El elevado número de buses y autocares turísticos que llevan a los visitantes al Park Güell ha puesto en pie de guerra a los vecinos de los barrios del Baix Guinardó y Can Baró. Los residentes se quejan de ruido, humo y contaminación y de que los buses de las líneas ordinarias tienen una frecuencia de paso bastante menor.
Desde la Asociación de Vecinos del Baix Guinardó se ha puesto en marcha una recogida de firmas con la que quieren mostrar su “indignación y rechazo al modelo actual de transporte turístico”. La protesta es contra los autocares privados, buses turísticos de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), y las lanzaderas que, desde el pasado mes de abril, recogen a los turistas que se dirigen al Park Güell desde la parada de Metro de Alfons X.
MEJORAR EL TRANSPORTE PÚBLICO
Los vecinos también reclaman una mejora del transporte público ordinario. Entre otros aspectos plantean recuperar la lína 92, que permitía a los usuarios llegar con facilidad a los hospitales de la Creu Roja y del Mar, y la apertura de la estación de metro de Sanllehy, cuya construcción está parada desde hace años en el tramo central por falta de financiación, según explican a Crónica Global.
En el manifiesto que harán llegar al distrito de Horta-Guinardó exigen una reducción y redistribución de los vehículos turísticos que se dirigen al Park Güell. Piden que se utilicen más buses eléctricos y/o híbridos y poner fin a los autocares de dos plantas porque algunos vecinos se han quejado de que han perdido privacidad en sus casas.
DESCONTROL MUNICIPAL
Desde la asociaciones de vecinos se denuncia el descontrol que, a su parecer, tiene el Ayuntamiento de los autocares turísticos, principalmente los privados. Los vecinos han hecho sus propios recuentos de los distintos vehículos que pasan por algunos de los barrios y calculan que por la calle de Cartagena pasan 41 vehículos a la hora, y por la estrecha calle de Praga, 30