La L5 se suma desde este lunes al corte masivo de estaciones de metro durante este verano en Barcelona por obras. Desde el 29 de julio hasta el 1 de septiembre, ambos inclusive, la línea estará cerrada entre las estaciones de Can Vidalet y Collblanc. La clausura de estas dos paradas también deja inoperativa la parada de Pubilla Cases y la imposibilidad de llegar al centro de Cornellà desde la capital catalana con el subsurbano.
Transportes Metopolitanos de Barcelona (TMB) ha puesto en funcionamiento buses lanzadera para cubrir esta ruta con el mismo horario del metro. El corte de la L5 es por las obras de construcción de la nueva parada de Ernest Lluch, que han estado paralizadas siete años. Los viajeros de la L5 también pueden utilizar los trenes de Cercanías para llegar hasta Cornellà, origen y final de la L5 en uno de sus extremos, y se propone usar el tranvía desde Can Rigalt hasta la estación de Ernest Lluch para desplazarse entre las estaciones de metro cerradas.
SEIS ESTACIONES CERRADAS EN LA L2
El citado corte se suma a otros dos de mayor magnitud de los que Metrópoli Abierta ha informado en distintas ocasiones. El sábado 27 de julio se hizo efectivo el cierre de las seis estaciones centrales de la L2, que dejará sin servicio el tramo entre Sagrada Família y Paral·lel. En este caso, TMB no pondrá en funcionamiento buses lanzadera y para hacer el recorrido entre Sagrada Família y Paral·lel, los usuarios deberán tomar las líneas de bus que cubren total o parcialmente la ruta. Según TMB, se trata de los buses D50, H12 y H16. La empresa de transportes también aconseja utilizar la L3 de metro, que estará a pleno rendimiento en agosto. El cierre de esta línea se prolongará hasta el 30 de agosto.
Desde el pasado 29 de junio y hasta el 30 de agosto, la L1 se ve afectada por el cierre del servicio entre las estaciones de Clot y Fondo, ya en la localidad de Santa Coloma de Gramenet. Durante casi todo el mes de julio, una de las opciones de transporte que tenían los usuarios para cubrir esta ruta eran dos servicios de buses lanzadera, uno entre Clot y Fabra i Puig y otro entre Sant Andreu y Fondo. Las críticas recibidas, tanto por los viajeros como los sindicatos de TMB, hicieron que la compañía se replanteara hace unos días el servicio alternativo de bus. Desde el 25 de julio una única lanzadera cubre todo el corte de la L1 desde Clot a Fondo, mientras que otro bus refuerza el tramo entre Clot y Fabra i Puig, con una frecuencia de paso de entre cinco y seis minutos los días laborables.