Vueling ha cancelado un total de 112 vuelos este fin de semana en el Aeropuerto de Barcelona con motivo de la huelga convocada por el personal de tierra de Iberia. La aerolínea low-cost ha comunicado a los pasajeros afectados la cancelación de los vuelos, que calculan que son unos 18.000 usuarios, y les ha ofrecido la reubicación en otro vuelo adaptado a sus necesidades o el repago del vuelo. Para compensar la "mala reputación" que se pueda generar, han lanzado una oferta limitada con vuelos a partir de 14 euros.
Las cancelaciones son similares a las que se hicieron por los paros en julio y se reparten en 46 vuelos el sábado 24 de agosto y 66 el domingo 25, según han comunicado fuentes de la compañía a Europa Press. Este jueves están llevando a cabo una reunión de mediación entre los trabajadores y la dirección de la empresa para intentar desencallar el conflicto y evitar la huelga.
SERVICIOS MÍNIMOS DECRETADOS
Por su parte, el Ministerio de Fomento ha decretado unos servicios mínimos del 53% de los vuelos nacionales y extranjeros con alternativas de desplazamiento de más de cinco horas. Serán del 32% para los vuelos nacionales dentro de la Península con alternativas de menos de cinco horas en transporte público, y del 100% para los vuelos a las islas.
Asimismo, han convocado paros el viernes 30 y el sábado 31 de agosto, y piden convertir a los trabajadores temporales en fijos, acabar con la falta de personal, y el exceso de cargas de trabajo y el abuso de las horas extraordinarias, entre otras demandas.
HUELGA DE IBERIA
La plantilla de Iberia Barcelona es de 2.500 trabajadores. Se encargan de la facturación, el embarque, la carga y descarga, la asistencia y el mantenimiento a los aviones, y dan servicios a una veintena de compañías, entre ellas, Vueling.
Por otro lado, recordar que la situación en el Aeropuerto de Barcelona este jueves por la mañana es de "relativa normalidad" con esperas de entre 10 y 15 minutos de media para pasar los filtros de seguridad coincidiendo con la decimocuarta jornada de huelga convocada por los vigilantes de los controles para exigir mejoras salariales y laborales.