Hay un gran número de síntomas que pueden hacernos sospechar sobre la existencia de determinadas dificultades en el niño/a susceptibles de ser trabajadas. Estos síntomas van desde dificultades de aprendizaje y rendimiento, hasta problemas en el ámbito psicoemocional o conductual. Cuando en el cole nos dicen que el niño lee lento o le cuesta leer; cuando confunde los números o tiene dificultades con las operaciones básicas; cuando al niño le cuesta estar sentado y concentrarse; o cuando se observan conductas impulsivas, agresivas o antisociales, como molestar o agredir a sus compañeros; o simplemente cuando el niño tiene miedo, se aísla o no quiere ir al cole… Son solo algunos indicios que nos están hablando de algún aspecto problemático que debería abordarse en beneficio del niño y de su entorno.
En memociono (http://www.memociono.com/blog/) consideran prioritario realizar una buena exploración, evaluación y diagnóstico del niño para saber lo que le está pasando. “Una vez realizada la exploración/evaluación e identificado el problema, podemos hacer muchas cosas para ayudarle, mejorar su bienestar y favorecer un progreso adecuado en la escuela”, apunta Laura Almà, psicóloga de memociono especialista en el ámbito infantojuvenil. “Cada niño es un mundo, y debe ser tratado como tal, de forma totalmente individualizada y teniendo en cuenta tanto su entorno familiar como escolar”.
En memociono realizan un trabajo global, abordando tanto las áreas de aprendizaje y rendimiento, como los ámbitos psicoemocional y conductual, haciendo hincapié en aspectos tan importantes como la autoestima, la gestión de las emociones y las actitudes para ayudar a los niños a hacer frente a sus dificultades. Este trabajo lo realizan en en coordinación con la familia y la escuela, haciendo un seguimiento conjunto de los progresos del niño. “Para garantizar la eficacia de cualquier intervención, es totalmente necesario remar todos en la misma dirección”, apunta Nuria Soler, directora de Memociono.
Ahora es el mejor momento para acudir a un especialista y garantizar un acompañamiento continuado del niño desde el primer día de escuela. La disponibilidad horaria en memociono se adapta lo máximo posible a los horarios escolares de los niños y laborales de sus padres, para facilitar la atención en consulta. Además, ofrecen una primera sesión informativa para valorar, conjuntamente con los padres/tutores, cómo ayudar al niño.