Los preparativos para la movilización del taxi adaptado en Barcelona continúan su curso. Con la cuenta atrás en marcha para el próximo 11 de octubre, los encuentros se intensifican para asegurar que la convocatoria se convierta en todo un éxito. Esta protesta dista de otras anteriores que han girado alrededor del sector, como el conflicto con las VTC, en cuanto al espacio geográfico abarcado.

Este caso, pues, solo afecta a la capital catalana, y no incluye a otras grandes ciudades que sí vivieron en primera persona aquella cuestión, como Madrid. La explicación se encuentra en cómo trata cada administración este asunto.

SUBVENCIONES

Barcelona cuenta con más de 10.000 licencias de taxi, de las cuales menos del 1% corresponden a vehículos adaptados. En cifras abosultas la ciudad cuenta con 91 turismos adaptados por lo que se necesitarían, aproximadamente, otros 400 para cumplir con el mínimo legal del 5% establecido por la normativa europea.

Por contra, las cifras de la capital española son muy distintas. Madrid suma 600 taxis adaptados, por lo que, a diferencia de Barcelona, sí se está cumpliendo con la cuota legal actual. El motivo de esta diferencia, según fuentes del sector, pasaría por las facilidades económicas ofrecidas por las administraciones.

Tanto el gobierno de la Comunidad de Madrid como el consistorio de la ciudad ofrecen subvenciones a los taxistas que optan por realizar el servicio con un taxi adaptado. Concretamente, el gobierno autonómico otorga 6.000 euros, a lo que hay que añadir otros 1.800 que facilita el Ayuntamiento. El consistorio barcelonés y la Generalitat, en cambio, no cuentan con esta medida, por lo que el conductor se plantea mucho más llevar a cabo su trabajo con un vehículo de estas características.

ELEVADO COSTE

Actualmente, el precio de adaptar un taxi para que usuarios con movilidad reducida puedan hacer uso de él asciende hasta los 10.000 euros, ya que cuenta con piezas de alto coste como el cabecero obligatorio que deben llevar y que supone la inversión de 2.000 euros.

Por ello fuentes del sector apuntan, a modo de ejemplo, que si la capital catalana alcanzara la cifra de 400 taxis adaptados y Ayuntamiento y Generalitat ofrecieran 2.000 euros a cada conductor, esto supondría una inversión total de 800.000 euros entre ambas administraciones. Si esta cantidad se dividiera entre los 14 años de vida útil estimados para estos automóviles, se trataría de una inversión anual de 57.143 euros sumando las aportaciones del consistorio y el Govern, una cantidad asequible.

MÚLTIPLES APOYOS

Pese a que la totalidad de los agentes que conforman esta movilización cuentan con ciertas discrepancias, la protesta del 11 de octubre ha conseguido sumar diversos apoyos.

A falta de un més para la manifestación, la iniciativa de la Fundación Disgrup en conjunto con la Asociación Derecho Accesible, la Fundación Step by Step, Junts Autisme y Asperger NewLife, cuenta con el soporte de la Agrupació Taxi Companys, Barcelona Special Traveler, la Asociación Nacional del Taxi, CNT Taxi y el Sindicat del Taxi de Catalunya.

Como colaboradores se encuentran compañias de varios sectores, como Volum Logistics, Galería Temática, Edenia Viajes, Tinta BCN, Pronto Rótulo, Área Técnica, Academia Guiu, Grupo Fort Sumter y Toormix.

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