Una vez acabada la manifestación organizada por la ANC, el foco de atención de la Diada estuvo frente a la sede parlamentaria catalana, donde más de 1.000 personas se concentraron de forma espontánea a través de las redes sociales. Algunos de los radicales, con la cara tapada o encapuchadas, tiraron piedras, vallas y botes de humo contra los Mossos d’Esquadra que custodiaban el Parlament.
Los agentes del cuerpo policial, tras los incidentes, identificaron a dos personas por los alborotos generados el miércoles por la tarde. Fuentes policiales explicaron que intentaban arrancar baldosas para tirarlas contra los agentes.
30 VEHÍCULOS POLICIALES
En un primer momento, al menos una decena de furgonetas de los antidisturbios de los Mossos vigilaban el edificio del Parlament. Más tarde el número de vehículos policiales creció hasta una treintena.
En uno de los momentos de más tensión, grupos de manifestantes reventaron las vallas y lanzaron todavía más objetos contra los Mossos d'Esquadra. Los agentes tuvieron que hacer usos de sus defensas (porras) y alguno de los radicales resultaron contusionados.
Pasadas las 20.00 horas, los agentes policiales solicitaron a los manifestantes que abandonaran el parque de la Ciutadella porque el recinto iba cerrar, aunque una hora y media más tarde los manifestantes seguían en el mismo lugar de los hechos.