Un total de 582 familias esperan una vivienda de emergencia social en Barcelona que ya les ha sido adjudicada. El dato lo ha dado a conocer la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, este lunes en el pleno municipal (a partir del minuto 3:21:53). Lo ha hecho a requerimiento de la regidora de Barcelona pel Canvi, Eva Parera, el partido que lidera Manuel Valls.

El número de personas que quieren entrar a vivir en un piso de emergencia social no para de crecer. A finales de 2018, las unidades familiares en lista de espera eran 442. En 2017, las personas eran 232, es decir que en menos de dos años, los vecinos "con una valoración positiva" para disponer de un piso, pero siguen sin él, han pasado de 232 a 582, 350 más. Los solicitantes de este tipo de casas necesitan una vivienda con carácter de urgencia. 

JÓVENES Y ANCIANOS, MUY AFECTADOS

En el pleno, Parera ha valorado que el acceso a la vivienda se ha convertido en un problema especialmente para "los jóvenes, las personas mayores y las familias en riesgo de exclusión". La mano derecha de Valls ha recordado que hace dos meses eran 568 las familias en lista de espera de un piso de emergencia social que ya se les había concedido, mientras que otras 633 estaban en trámites para acceder a una vivienda de estas características, ha asegurado Parera.

El pasado 17 de septiembre, el incremento de la demanda de pisos sociales de emergencia ya se trató en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes del Ayuntamiento. La regidora de Ciutadans, Marilén Barceló, criticó que el gobierno municipal no está haciendo lo suficiente para atender a estas personas. Según la edil naranja, el Ayuntamiento "no tiene un plan de actuación para dar una respuesta social a las familias que se ven abocadas a ocupar viviendas en condiciones inadecuadas". Barceló cifró en 604 las unidades familiares que había en la ciudad en junio pendientes de recibir un piso de emergencia social y denunció que ese mes solo se habían adjudicado 13 casas.

GESTIÓN COMPARTIDA

La gestión de los pisos de emergencia social en la ciudad corresponde al Consorcio de la Vivienda de Barcelona, un organismo gestionado por la Generalitat de Catalunya (un 60%) y el Ayuntamiento de Barcelona (un 40%). Parera ha subrayado que el tiempo de espera es superior a un año, seguramente, incluso más, a tenor del crecimiento de la demanda. La edil ha denunciado la falta de planificación para atender a estas personas y los incumplimientos de la Generalitat en la aportación de pisos, aunque ha criticado que el gobierno municipal se excuse en las omisiones de otros gobiernos.

Documento con los 581 pisos pendientes de adjudicar este septiemgre / CONSORCIO DE LA VIVIENDA

Documento con los 581 pisos pendientes de adjudicar este septiemgre / CONSORCIO DE LA VIVIENDA

Según Parera, los desahucios son uno de los principales motivos del incremento de peticiones para acceder a un piso de emergencia. Ha pedido una mayor colaboración de las Administraciones con el Tercer Sector Social para intentar paliar este déficit. Y ha criticado los pisos contenedores, de los que opina que tienen que ser una "excepcionalidad" porque 30 metros cuadrados no son un buen lugar para vivir. Parera ha recordado que la provisionalidad en los pisos contenedores se puede prolongar cinco años. Este septiembre, el Ayuntamiento inició la construcción de la primera promoción de estas viviendas en Ciutat Vella con más de un año de retraso.

DESATENCIÓN DE LA GENERALITAT

En la respuesta que Colau ha dado a Parera, la alcaldesa ha echado la culpa a la Generalitat de la desatención de estas familias. "Nosotros hemos incrementado los recursos y los pisos". Según Colau, si el Govern autonómico cumpliera con el 60% que le toca, la ciudad dispondría de 1.000 pisos más para emergencia social. Sin embargo, la aportación de la Generalitat es únicamente del 20%, ha destacado la líder de Barcelona en Comú. "Conseguir que cada Administración haga su parte es un objetivo prioritario".

La primera edil de Barcelona ha asegurado que el Ayuntamiento no se queda de brazos cruzados y construye más vivienda social -aunque no ha aportado cifras sobre uno de los caballos de batalla de la pasada campaña electoral-, compra pisos para ponerlos en régimen de alquiler social y ahora "ha decidido innovar", ha dicho Colau sobre los pisos contenedores. La alcaldesa ha defendido este tipo de viviendas y ha recordado que funcionan con mucho éxito en Ámsterdam y otras ciudades del norte de Europa. "Tardan pocos meses en fabricarse. Tienen que ser una solución provisional pero digna", ha concluido Colau.

CIFRAS DOBLADAS

Tras el pleno del 21 de diciembre del año pasado, Metrópoli Abierta ya se hizo eco del incremento del número de viviendas de emergencia social pendientes de adjudicar a familias que ya habían recibido el visto bueno. La regidora de Ciutadans, Marilén Barceló, criticó que 430 unidades familiares esperaban una vivienda de emergencia y recordó que la cifra prácticamente se había doblado en un año. El día 31 de diciembre, el número de vecinos en lista de espera había crecido de nuevo, hasta las 442 familias.

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