Activistas de Hong Kong han pedido a las plataformas independentistas que alientan los disturbios de Barcelona que continúen con la violencia callejera y, lo que es más importante: que no condenen las algaradas. “Las protestas pacíficas y las violentas son dos caras de la misma moneda. Si perdéis una de las dos, habéis perdido”, dicen desde las antípodas. Y rematan: “Pase lo que pase, incluso si no dais apoyo a lo que estén haciendo otros, antes de que esté todo aclarado evitad decir que no son de los vuestros o que son provocadores. Las peleas internas son el principio del colapso del movimiento, y eso es lo que quieren provocar”.
Tanto Tsunami Democràtic como otras plataformas radicales llevan una semana intentando que el activismo hongkonés se pronuncie sobre el tema catalán. Una semana después de comenzar los disturbios, por fin, recibieron un largo mensaje de sus colegas del otro lado del mundo, aunque les advierten que “Cataluña y Hong Kong son de naturaleza diferentes así que tomad esta información solo como referencia”.
“NO HAGÁIS DEMASIADOS FUEGOS”
Los activistas de la excolonia británica aconsejan “que ningún político lidere vuestro movimiento. No les escuchéis, haced que ellos os escuchen a vosotros y hagan lo que vosotros queréis”. Asimismo, dan consejos y consignas sobre cómo han de comportarse en las calles y cómo mantener la tensión.
Para empezar, explican que “no hagáis demasiados fuegos. Los fuegos no causan demasiada buena impresión y, francamente, no son demasiado útiles en comparación con pilas de objetos en la calle”. Así, su recomendación es “hacer barreras con bicicletas. Son pesadas y difíciles de mover para abrir paso”.
Para algunos activistas, ésta es una opción no válida, ya que implica utilizar las bicis del bicing. “Y ya sabemos que para poder utilizarlas se tiene que identificar uno. Mala idea. Intentemos no dejar rastro de nuestras acciones”, se dolía uno de los activistas en un mensaje por las redes.
“TODOS DEBEN LLEVAR ROPA SIMILAR”
Los activistas de Hong Kong también aconsejan a los barceloneses que “todo el mundo debe llevar ropa similar. Tapaos la cara. No solo los manifestantes radicales, sino todos”. Y, por si fuera poco, quieren que todos los activistas lleven “una llave (herramienta)” para desmontar “infraestructuras de la calle como vallas para hacer barricadas”. Asimismo, aconsejan que “cuando hagáis algo especial, llevad guantes y aseguraos de que alguien tape todas las cámaras. Lo mismo cuando estéis preparando la acción”.
Además, indican que hay tres cosas que deben llevar todos los activistas que van a las manifestaciones: “Casco, gafas protectoras (al menos ANSI Z97) y máscara de gas para el gas lacrimógeno (al menos con cartuchos A1 y filtros P2/P3)”. Los móviles han de llevar todos contraseña. “Nada de huellas dactilares”, subrayan. Y alienta: “Haced barricadas para entorpecer o parar los vehículos policiales”.
“ID A POR LAS ARTICULACIONES”
Los activistas de la excolonia británica aconsejan, asimismo, no buscar “agresivamente infiltrados mientras protestáis. Eso es lo que quieren: haceros perder la confianza los unos en los otros”. Y en la lucha callejera, no duda en espolear para atacar a los agentes antidisturbios. “Id a por las articulaciones, no a la cabeza. Pinchad en vez de cortar. Corred si estáis en minoría. No sois Rambo”.
Una de las normas que dispusieron los activistas antichinos es llevar siempre ropa de recambio en las mochilas. De hecho, en registros preconcentraciones de Barcelona, se encontraron muchos jóvenes que llevaban ropa de recambio en sus mochilas, con el fin de cambiarse de ropa tras las algaradas y poder pasar desapercibidos. Así, los alborotadores de Hong Kong recomiendan “cambiar de ropa en un lugar en el que no haya cámaras de seguridad antes de volver a casa. Si es necesario, tirad la ropa. Y utilizad monedas para el transporte público”. De este modo, quieren evitar que quede constancia de su paso por algún lugar en concreto y que se les pueda vincular con acciones violentas.
EL USO DE TELEGRAM
Por último, en materia de comunicaciones, recomiendan utilizar canales de Telegram a través de los que distribuir consignas y carteles y crear Murallas Lennon, en las que se explican “porqué protestamos y justificar nuestras acciones”. Estas tácticas e informaciones “motivan a la gente que no forma parte de las discusiones” y, además, sirven para “otras informaciones, por ejemplo, señales para atacar o retirarse, sistemas logísticos o planes de escape”. A través de las Murallas Lennon se distribuye “información que no se verá en televisión. El objetivo principal es romper la percepción de que somos provocadores locos y mostrar que somos gente normal”.
Por último, recuerdan a los barceloneses que “si queréis que la gente os apoye, educadles con pruebas y hechos”. Los distribuidos por esos canales, evidentemente. Y subrayan: “Nosotros gestionamos nuestras protestas como un negocio o una campaña electoral: queremos vender nuestro producto, causar una buena impresión con muchísima promoción para poder justificar nuestras acciones”. En Barcelona, of course, también.