Los radares formarán parte de Barcelona. No solo en las zonas limitadas a 30 kilómetros por hora, sino también estudian instalar algunos en grandes avenidas. Por ejemplo, en la calle Aragó cuyo objetivo es reducir la velocidad a la que circulan los vehículos. Se trata de una de las medidas incluidas en el nuevo Plan de Seguridad Vial 2019-2022 para disminuir en un 20% el número de víctimas mortales de tráfico y en un 16% el de heridos graves.
Así lo ha contado la regidora de Movilidad, Rosa Alarcón, en el programa Bàsics, de Betevé. Su intención es “dotar de más seguridad al viandante y al transporte público. Asimismo, ha apuntado otras medidas como una posible remodelación de la calle y una regulación de los semáforos.
Cabe recordar que el director de Movilidad, Adrià Gomila, por su parte, anunció que el consistorio instalará en 2020 radares de tramo en el Túnel de la Rovira, el Túnel de Badal y en la ronda Litoral a su paso por el Moll de la Fusta, donde ha afirmado que hay una alta concentración de accidentes.
Además, instalará radares en las zonas limitadas a 30 kilómetros por hora. En las calles principales de Barcelona la velocidad está limitada a la máxima genérica en vía urbana de 50 kilómetros por hora, y las calles secundarias –la llamada 'red no básica'– están limitadas a 30 kilómetros por hora, excepto un 10% de ellas. Alarcón ha valorado que se puede ampliar la zona 30 a ese 10% restante de calles secundarias, "pero lo que es importante" es que se respete el límite de velocidad donde ya está establecido.