Normalmente suelen ser los comerciales los que nos bombardean a llamadas para que compremos los servicios de la empresa que les paga, pero Akitoshi Okamoto ha roto la regla. Este pensionista japonés ha sido arrestado por llamar más de 24.000 veces a su operadora a lo largo de dos años.
El hombre, llamó 441 veces en una semana al gigante de las telecomunicaciones KDDI para quejarse de que no podía escuchar la radio desde su móvil. Las quejas por la mala calidad del servicio fueron una media de 33 llamadas al día.
EXCESO DE TECNOLOGÍA
La compañía, al saturarse por culpa del pensionista, decidió tomar medidas al respecto. La empresa de telecomunicaciones ha decidido presentar cargos contra el hombre por lo que consideran “una obstrucción fraudulenta de su negocio”.
La historia se ha vuelto viral en redes sociales. Algunos consideran que KDDI podría haber manejado mejor la situación, y otros que el hombre habría exagerado un poco con tanta llamada. Pero lo que realmente ha destapado este suceso es el problema que vive el país nipón desde hace unos años. Debido al exceso de población envejecida, los gigantes de la tecnología tienen que lidiar con la educación tecnológica de las personas mayores, que se encuentran perdidas en un mundo cada vez más virtual.