La decisión final de instalar el belén trastero en la plaza de Sant Jaume la tomó Ada Colau. Así lo ha asegurado este martes el teniente de alcaldía de Cultura, Joan Subirats en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes. Según el concejal y mentor de la alcaldesa, a la líder de Barcelona en Comú se le presentó las propuestas de tres artistas y Colau eligió la de Paula Bosch. El coste del pesebre ha sido de 97.156,95 euros.

Subirats ha explicado que el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) hizo una concurrencia pública restringida a seis artistas, escenógrafos y paisajistas y un jurado, en el que figuraba él mismo, escogió tres de las ideas, que fueron las que se presentaron a Colau. La recreación contemporánea del belén, como el Ayuntamiento vende el pesebre trastero, no ha gustado y ha recibido numerosas mofas por parte de los barceloneses.

EL "NO BELÉN", SEGÚN CIUDADANOS

La regidora de Ciutadans, Marilén Barceló, ha cargado con dureza contra "el no belén" de la plaza de Sant Jaume. La edil ha criticado el alto coste de la obra y el modo en cómo se ha elegido la artista. "Ha sido un procedimiento negociado sin publicidad. Se encarga a una empresa y la empresa busca el artista. Al final la decisión la ha tomado de manera unilateral Colau". Barceló, que ha sido quien ha preguntado al gobierno sobre la instalación, ha ironizado con la similitud entre el pesebre de Bosch con una obra de arte hecha con objetos abandonados en 2006 en la calle de Bolívia, en Sant Martí.

En términos parecidos se ha expresado el concejal del PP, Óscar Ramírez, para quien el trabajo de Bosch le recuerda "un punto verde de recogida de residuos" más que un pesebre. Para el edil, el gobierno municipal esconde el pesebre tradicional en el Museu Marés mientras exhibe obra cosa que no se atreve a llamarlo belén. "Es una vergüenza lo que ha costado", ha apuntado Ramírez. "Muchas personas pueden sentirse ofendidas. El respeto de las tradiciones es importante", ha añadido la edil de Barcelona pel Canvi, Eva Parera.

EL 'CAGANER' DE CLOS

En cambio, la concejal de ERC, Gemma Sendra, ha alabado la obra artística de Bosch y ha valorado como necesario que el Ayuntamiento apueste por nuevas recreaciones artísticas. Desde las filas de Junts per Catalunya, la regidora Francina Vila ha considerado inapropiado llevar el debate del belén a una comisión municipal porque, a su parecer, se tiene que nudrir de temas políticos y no de "polémicas artísticas".

El belén de la plaza Sant Jaume suele ser foco de polémica año tras año. Subirats ha recordado que desde 2010 el Ayuntamiento lo plantea como "una alegoría de Navidad" desde el ICUB. Con anterioridad, el pesebre lo montaba el Instituto de Parques y Jardines. Sin embargo, en ocasiones, tampoco estaba exento de polémica. En 2005, en pleno debate de la Ordenanza de civismo, el gobierno de Joan Clos sacó el caganer por incívico. La que se lió fue de órdago.

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