Que no se te caiga el jabón’ “es un juego de ritmo rápido tipo ‘pasa la patata caliente’ emplazado en la ducha de una prisión”. Así lo describe la empresa que lo comercializa en España, SD Games. El objetivo de los participantes es evitar que el jabón se les caiga al suelo, es decir no ser violados por los reos del centro penitenciario. Se trata de una causa y efecto que estigmatiza a más de un colectivo y, por tanto, ha avivado las críticas en las redes sociales y varios colectivos LGTBI.

El juego 'Que no se te caiga el jabón'



Rodrigo Araneda, presidente de Asociación Catalana para la Integración de Homosexuales, Bisexuales y Transexuales Inmigrantes (ACATHI), alerta a Metrópoli Abierta de que este juego “no solo es homófobo, también dice que todos los presos están pensando en violarte”. También sostiene que se trata con naturalidad temas con los que no se debería jugar: “mostrar a la homosexualidad como una sexualidad abusiva o banalizar las violaciones”.

SUBCONSCIENTE MACHISTA

Además, es imposible no detectar como alimenta el subconsciente machista y los estereotipos de género. Prueba de ello es que en una de sus cartas aparecen hombres sometidos por otros hombres con apariencia de mujer. Y como dice el internauta Oriol Morales en Twitter, se considera que “lo peor que le puede pasar a un hombre hombre, es que le guste el tras tras por detrás”. 

Para Araneda, uno de los peligros de ‘Que no se te caiga el jabón’ es su formato. “Cuando un contenido pasa a ser un juego, este se transmite sin filtros porque, al ser un juego, se considera inofensivo. Se transmiten discriminaciones, sobre todo, a jóvenes y niños”. Y eso puede provocar que se normalicen una batería de lacras que nunca deberían haber existido.

LA CONSTITUCIÓN

Ante el aluvión de críticas que ha recibido, SD Games se justificó en un comunicado alegando que el juego “pretende poner de relieve, en un contexto satírico y cargado de humor negro, los graves problemas que actualmente presentan las cárceles: acceso a drogas, uso de armas, violaciones etc., e incitar a la reflexión sobre estas cuestiones”.

También se escudó con el artículo 20 de la Constitución alegando que “al constituir una producción artística cuya libre difusión y ausencia de censura, protege la normativa vigente, al encuadrarse en el respeto a los derechos constitucionales”.  Aunque, por su parte, el presidente del Observatori Contra la Homofobia (OCH) de Cataluña, Eugeni Rodríguez, recuerda a Metrópoli Abierta que este mismo artículo tiene limitaciones, como por ejemplo, cuando se vulneran derechos de protección a la juventud u otros derechos fundamentales, como el honor. “Es terrible. El juego estigmatiza, es machista, es homófobo y está lleno de odio”.

"ABSOLUTA HIPOCRESÍA"

La polémica de ‘Que no se te caiga el jabón’ se ha incluso trasladado al Congreso de los Diputados. JxCat ha preguntado al Gobierno sobre este y, además, le ha pedido que lo lleve a Fiscalía por “homófobo”. El diputado de la formación nacionalista Sergi Miquel considera que con esta iniciativa, la empresa Play SD games puede haber cometido delitos de “odio y discriminación”.

Se trata de una escena que Rodríguez tacha de “absoluta hipocresía” porque cinco años después de la aprobación de la Ley catalana LGTBI, la Generalitat se basa aún en un decreto del 1993 y no cuenta con un reglamento sancionador. “JxCat está tirando balones fuera cuando le hemos pedido que implante un reglamento sancionador y que desarrolle la Ley LGTBI del 2014. Debería pensar en cómo hacer su papel”, señala indignado y añade: “tenemos un gobierno de la Generalitat para que gobierne”.

Es por eso que, además de denunciar todos los derechos humanos que vulnera este juego, Rodríguez sostiene que la ciudadanía debería hacerse la pregunta: “¿cómo es posible que este juego haya podido llegar a las tiendas?”.  

HOMOFOBIA EN LA VIDA COTIDIANA

Araneda apunta que la razón por la cual nació este juego dos años atrás es porque tiene un contenido “casi cultural”. “Esta broma del jabón también la hemos visto en el cine. Este juego la rescata como una broma machista, pero la lleva a un extremo mayor”. ¿La razón? “Entra en lo cotidiano –un juego­– y podemos disfrutar a partir de los clichés y estereotipos”.

El hecho que ahora se controle más la homofobia es una actitud positiva para Araneda. Pero recuerda que hay otros lementros de la vida cotidiana, como bromas o chistes homófobos, que siguen ahí. Es por eso que insiste: "todos tenemos que poner nuestro granito para que la sociedad sea mayor".

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