La Fundación Nacional Francisco Franco ya cuenta con sede formal en Barcelona. Capitaneando la entidad se encuentra “una mujer joven y decidida”, cuya identidad no se facilita por el clima político que se vive. Con esta apertura se completa la presencia de la asociación en Cataluña, donde ya tiene sedes en Girona, Lleida y Tarragona.
El acto de inauguración tuvo lugar el viernes pasado en un restaurante de Passeig de Gràcia, según avanza La Razón. Con la presencia del general Juan Chicharro, presidente de la Fundación, asistieron a la apertura miembros de la Asociación Empel, Somatemps, Timbalers del Bruch, veteranos de las Fuerzas Armas e integrantes de la Legión Urbana que destacaron el “compromiso de la españolidad permanente de Cataluña”.
CONTRARIOS A LA APERTURA
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostró contraria a esta apertura asegurando que “harían todo lo posible” para evitar la presencia de dicha Fundación en la ciudad. Además, añadió que Barcelona es “una ciudad democrática de claras convicciones antifascistas”. Ahora asegura Chicharro que desde el consistorio están “curiosamente muy callados”.
A finales de 2018 Elsa Artadi consideró la apertura de la Fundación Nacional Francisco Franco en Barcelona una “provocación”.
2.000 SOCIOS
Dicha entidad cuenta con cerca de 2.000 socios pero “de forma informal, en calidad de benefactores, hay bastantes más”. El presidente de la fundación asegura que “se trata de una organización con muchos apoyos pero como se ha instalado el temor a ser identificados, como sucede en las dictaduras, no se quieren significar”. “En Cataluña ese problema se acentúa por razones lógicas”, añade el general.
“Hay mucho miedo” dada la situación política, acrecentada por el desafío independentista. En las cuatro provincias catalanas cuentan con unos 100 afiliados. “En la comida”, explica el diario propiedad del Grupo Planeta, “la mayoría no eran afiliados, pero sí muy afines”.
En conversaciones con Metrópoli Abierta, la fundación ni confirma ni desmiente esta información.