La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) opta por la reculada y no abrirá una sede física en Barcelona. En conversación con Metrópoli Abierta, el presidente y portavoz de esta fundación nostálgica del franquismo, Juan Chicharro, ha admitido este martes que a la FNFF "no le hace falta para nada sede física". Y añade que estamos "en la era digital", por lo que "no necesitamos lugar físico". Así, el anuncio del supuesto desembarco con local de la Fundación Francisco Franco en Barcelona fue un farol.
El pasado lunes, el líder de dicha organización llegó a confirmar que abrirían una sede de estas características para "tener presencia en las cuatro provincias catalanas". El Ayuntamiento de Barcelona, unas horas después, negaba haberle otorgado a esta fundación ni a nadie de su entorno permiso para ser visibles con un local físico.
INCOHERENCIAS DESDE EL PRINCIPIO
Más concretamente, el portavoz de la Fundación sostiene este martes que se tratará de una delegación unipersonal. "Varias personas tienen delegadas las funciones de la FNFF en Barcelona", dice Juan Chicharro. Por lo tanto, los franquistas confirman con estas palabras que no tendrán sede física en la capital catalana.
Ya sonaba raro en un primer momento que ni Chicharro ni nadie del entorno de la extrema derecha catalana accediese a lo largo de este lunes a dar el nombre de la persona responsable de la sede (solo hablaron de que sería una mujer). Tampoco ofrecieron la dirección exacta o, tan siquiera, el barrio en el que se alojaría la famosa sede "por razones de seguridad", mantenían.
ASENS PIDIÓ SU ILEGALIZACIÓN EN 2018
Cabe recordar que en diciembre de 2018, el entonces teniente de alcalde Jaume Asens pidió que se ilegalizara la FNFF. Conocidos los planes de desembarco de los nostálgicos del franquismo, el Gobierno de Ada Colau aseguró que estaban dispuestos a "llegar a los tribunales" para frustrar las intenciones de la fundación franquista. "Llegaremos hasta el final, aunque confiamos plenamente en que no será necesario”, advirtió Asens.
La señal de alarma la dio la propia FNFF cuando en un acto franquista en forma de comida con sus fieles en un restaurante de Barcelona del pasado viernes 10, los franquistas dijeron abiertamente que tendrían una sede física en la ciudad. Pues bien, cuatro días después, el líder de esta organización se ha desmentido a sí mismo.
Los nostálgicos del franquismo deberán reunirse en Barcelona como hasta ahora, básicamente, en la casa de alguno de sus miembros o en algún lugar privado cuyo propietario lo permita.