Una persona duerme en la calle en Barcelona / ARRELS
Absueltas dos animalistas que le quitaron el perro a una mendiga
El perro de la mujer, que dormía en las calles de Barcelona, no estaba vacunado ni tenía chip
18 enero, 2020 14:20Noticias relacionadas
Un juez ha absuelto a dos personas de apropiación indebida por quitarle el perro a una mujer sin hogar que dormía en las calles de Barcelona. La sentencia considera que los animalistas actuaron de manera irregular, pero que lo hicieron con la intención de proteger a la mascota y que actuaron sin ánimo de lucro.
La decisión del juez, que avanza Crónica Global, rechaza que Andrea y Rita cometieran un delito tipificado en el artículo 245.2 del Código Penal cuando se plantaron ante Josefa y le quitaron a Pitiusa, su animal. "Lo cierto es que la denunciante se encontraba en situación de extrema vulnerabilidad, residiendo en la calle, cuando se produce la actuación de las dos denunciadas", recuerda el magistrado.
OBJETIVO: PROTEGER EL ANIMAL
El juez considera que los animalista actuaron para proteger el animal y no con un fin ilícito lucrativo. Lo hicieron, dice el texto, enfrentándose a una ciudadana "que se encontraba en situación de extrema vulnerabilidad social, afectada por trastornos de personalidad y consumo de alcohol, pernoctando en la vía pública de Barcelona en compañía de su perra".
La justicia dictamina que las animalistas actuaron de manera irregular en una acción "no autorizada gubernativamente", pero que esta conducta no se puede castigar penalmente, "por falta de elemento subjetivo de intención de lucro ilícito, propio de los delitos patrimoniales".
SIN VACUNA NI CHIP
Con esta sentencia, las dos activistas se libran de una multa de 30 días que pedía la Fiscalía y la sanción de dos meses pagando 10 euros diarios, como pedía la acusación particular. La entidad Vigilancia Solidaria, oenegé acusada en la causa, destaca la "bondad" de estas mujeres y aseguran que no fue un robo y que los servicios sociales de Tarragona ya le habían arrebatado unos 20 perros.
"No estaba vacunada, no tenía chip y presentaba un aspecto deplorable; estaba sufriendo", señalan sobre la perrita. La entidad recuerda que la entonces propietaria del chucho era alcohólica y tenía las facultades mentales alteradas, por lo que el perro estaba en situación de maltrato.
