Las terrazas antimanteros instaladas en el Palau de Mar serán permanentes. Así lo aseguran fuentes del Port Vell a Metrópoli Abierta tras comprobar el éxito de la iniciativa puesta en marcha, en septiembre de 2018, para erradicar la presencia de los vendedores ambulantes irregulares frente a los restaurantes.
El Palau de Mar es un edificio construido en 1881 por el ingeniero Maurici Garrán para ubicar almacenes del puerto, en la línea de los espacios que proliferaron en Inglaterra durante la revolución industrial. Actualmente, el inmueble acoge dependencias administrativas y públicas. Los restaurantes están en los bajos del Palau de Mar.
INICIO COMO PRUEBA PILOTO
Frente a los establecimientos hay un paseo junto al mar de unos 200 metros que une el barrio de la Barceloneta con el Moll de la Fusta. Desde hace cerca de un año y medio los restaurantes cuentan con una terrazas adicionales para tomar el aperitivo. Antes, este espacio estaba tomado por los manteros. Fuentes del Port Vell explican que lo que empezó siendo "una prueba piloto", ahora se quedará permanentemente todo el año.
La instalación de las terrazas fue una idea de los restauradores del Palau de Mar, que el Port de Barcelona vio con muy buenos ojos desde el principio. Los titulares de los negocios aseguraban acarrear una caída de la facturación que llegó al 40%. Así, la colocación de los veladores fue autorizada por el Port de Barcelona y no por el distrito de Ciutat Vella. Normalmente, el puerto firma concesiones con las personas o empresas que se quieren ubicar en su zona. En este caso se trata de "un régimen de autorización" que se renueva cada año y por el que los restauradores pagan una tasa.
El puerto dispone de otros espacios en Barcelona con terrazas, por ejemplo junto al Hotel Vela y en el paseo de Joan de Borbó. Sin embargo, fuentes del Port Vell confirman que una medida tan drástica no se ha tomado hasta ahora en ninguna otra parte porque el resto de restauradores no están tan afectados por el top manta. En Palau de Mar, la presencia de vendedores era masiva.
OFENSIVA DE BATLLE
Con la llegada del PSC al gobierno de la ciudad, el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, inició una ofensiva contra los manteros. Siete meses después, el número de vendedores ha disminuido, aunque habrá que esperar a ver si en primavera y verano proliferan de nuevo. El propio Batlle dijo en septiembre que la cifra había bajado en unos 600 durante el mes de agosto. Fuentes de UGT de la Guardia Urbana confirman que la presencia de manteros se ha reducido considerablemente, aunque advierten de la necesidad de seguir trabajando para evitar que vuelvan.
La zona portuaria sigue siendo una de las más buscadas por estas personas para vender sus productos. El pasado lunes, por ejemplo, la Policía Portuaria tuvo que echar a algunos vendedores que estaban instalados al final del Palau de Mar, donde ya no hay terrazas. A diferencia de otras ocasiones, los vendedores recogieron sus pertenencias y se fueron sin enfrentarse a los agentes.