Las peluquerías cogen el ritmo en un mar de pérdidas

Las peluquerías han reabierto este lunes tras subsistir durante casi dos meses con sus puertas cerradas. Después de un difícil calendario marcado por la pandemia de coronavirus, el personal encara una progresiva vuelta a la normalidad pudiendo atender a clientes a cuentagotas.

Las persianas se han vuelto a subir con pérdidas acumuladas, pero con un sistema obligado de cita previa con el que estos establecimientos están lidiando satisfactoriamente, como lo explican estas peluqueras del municipio metropolitano de Esplugues de Llobregat.

MIEDO A SALIR

En la peluquería Pepi's, Josefina tiene clara la importancia de respetar las medidas de seguridad establecidas para evitar contagios. Equipada con mascarilla y guantes, se congratula de que sus clientas también prediquen con el ejemplo. "Las señoras son muy atentas, no se quitan la mascarilla ni los guantes", asegura.

Sobre la reapertura, explica que antes "no trabajaba con cita previa", pero que teniendo en cuenta la situación actual ha colocado el número de "teléfono en la entrada" para que las clientas que no tengan su teléfono puedan llamar, adaptándose así a este nuevo sistema. En este primer día, ha podido atender a "dos señoras por la mañana y dos por la tarde" porque está "sola" en el establecimiento.

La gerente muestra dudas respecto a una recuperación tras este periodo de cierre. Josefina indica que entre su clientela hay "más bien gente mayor y todavía tienen miedo a salir", por lo que algunas que venían "cada semana ahora se lo van a pensar". Ante el final de la desescalada para una vuelta a la normalidad, la propietaria duda de cómo irá el proceso, ya que "el virus está ahí".

MUCHO QUE PAGAR

Maite, responsable de la peluquería Maitechu, se muestra preocupada por la situación económica que ha dejado la pandemia. Mientras atiende a uno de los clientes que han optado por cortarse el pelo en el día de reapertura, lamenta que "este trimestre está perdido" debido al cierre de "un mes y medio" y hay "muchas cosas que pagar".

Fachada de la peluquería Maitechu / RP

Esta visión, contrasta con una vuelta al trabajo postiva, en una jornada que reconoce "ha ido bien" y con un sistema de horas que ha acogido sin ningún tipo de problema.

Tras un lunes de reencuentro, Maite asegura que ahora no solo toca "recuperar" a nivel financiero, sino que es el momento de "ganar" tras este difícil periodo.

OPTIMISTA CON EL VERANO

En Group BCN Estilistas, Miriam se presenta optimista pese al revés que ha sufrido el negocio con el cierre. Su dedicación la llevó, este domingo, a llamar una por una a su lista de 65 clientas, porque después de este periodo "se ha acumulado toda la clientela" pero, reconoce, que es "mejor eso" que no tener demanda.

La peluquera explica que esta excepcionalidad se traduce en "bastantes pérdidas", entre las que se encuentran las facturas de suministros y, especialmente, el alquiler. "Para mi lo peor es el alquiler, pero no por el dueño del local, sino porque el Estado debería ayudar a todos los alquileres de las empresas", asegura.

Exterior de Group BCN Estilistas / RP

Con todo, Miriam confía en la temporada estival para recuperar este tiempo perdido. "La gente le da mucho valor a la imagen y estoy segura que todo el verano va a haber bastante faena", comenta con ilusión y optimismo.