Los trabajadores de Nissan han recibido este jueves a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre abucheos en su manifestación celebrada en Plaza Espanya contra el cierre de las plantas de la automovilística.
A los empleados no les ha gustado nada la visita de la líder de los comunes en la capital catalana, y han aprovechado para pedir al unísono la dimisión de la concejal Janet Sanz.
Los pitidos y abucheos han arrancado cuando la alcaldesa ha cogido el micrófono por primera vez. Tras escuchar los gritos de los trabajadores, que han coreado "Janet dimisión", Colau ha interrumpido su discurso y ha cedido la palabra a uno de los delegados sindicales, que ha mandado a callar a los empleados [ver minuto 26 del vídeo adjunto de Twitter]. "Compañeros, compañeras, eso hoy no toca, hoy han venido a dar su apoyo, y lo tenemos que respetar", ha exclamado.
VENGANZA DE LOS TRABAJADORES
Antes ya se habían escuchado los primeros insultos contra la primera edil de Barcelona. Ha sido cuando se ha anunciado los nombres de los alcaldes que han acudido a apoyar la protesta de Nissan. Los trabajadores han aplaudido al alcalde de Sant Andreu de la Barca, Manuel Enric Llorca, han ovacionado a la alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos, y unos pocos han deslizado alguna crítica cuando se ha pronunciado el nombre de Ada Colau. Más tarde, cuando la líder de los comunes ha cogido el micrófono, ha llegado la venganza de los empleados.
Entre los trabajadores aún perdura en su memoria las palabras de Janet Sanz --teniente de alcalde y mano derecha de Colau--, que llamó a evitar la reactivación de la industria del motor. Colau ha tratado de apaciguar los ánimos con unas bonitas palabras hacia los de cuello azul. "Barcelona es una ciudad de industria, no podemos vivir solo del turismo y los congresos. Apostamos por la industria de tecnología. La industria de movilidad sostenible tiene futuro en Barcelona. Si Nissan pretende hacer un pulso tiene que saber que en el otro lado no solo estan los trabajadores, sino el Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado para decir que Nissan no se cierra", ha dicho.
No obstante, muchos no perdonan que Barcelona en Comú haya atacado a la industria automovilística por su política verde sin tener en cuenta los miles de empleos en juego. En este sentido, las palabras de la alcaldesa por el mantenimiento de las fábricas de Nissan van en dirección opuesta a sus planes contra el vehículo privado, un hecho que los obreros de Nissan no pasan por alto.
MANIFIESTO EN JAPONÉS Y FRANCÉS
Durante la protesta, los trabajadores han leído un manifiesto en japonés, dirigido a la dirección de Nissan, y otro en francés, para la de Renault, miembro de la alianza con la multinacional nipona y Mitsubishi.
En el primer comunicado, han exigido a Uchida que reconsidere la decisión porque las plantas son competitivas y sitúe a las personas en el centro de la firma: "Defenderemos nuestros puestos de trabajo".
Han reclamado una reunión con Uchida y el resto de la dirección y les han afeado que Nissan "ha ido dejando morir poco a poco" a las fábricas de Barcelona.
En el comunicado en francés, han avisado a Renault que son "corresponsables" de la decisión tomada por Nissan, la que han dicho que es errónea y no está basada en motivos objetivos, además de dejar en la calle a más de 25.000 familias.