Un perro ha permanecido inmóvil durante varios días en un puente de la ciudad china de Wuhan. El animal se estableció allí el pasado viernes, cuando su dueño se suicidó en este mismo lugar.
Pese a que se ha intentado todo tipo de métodos para que el can se moviera del puente, entre los que se ha incluido ofrecerle comida y agua desde el extremo contrario del puente, el perro se mantuvo completamente quieto durante días en el lugar donde su dueño se quitó la vida.
Así, el único gesto que ha realizado el animal es el de asomar la cabeza para mirar hacia el río Yangtze, al que saltó su propietario.
REGRESO AL VECINDARIO
La Asociación de Protección de Pequeños Animales de Wuhan intentó reconocer al dueño mediante las imágenes de las cámaras de seguridad, con la finalidad de localizar a algún familiar que pudiera quedarse con él.
Tras no lograr esta identificación, un voluntario del colectivo se ofreció para hacerse cargo de él temporalmente, pero en el momento de su recogida el can se asustó y volvió al vecindario en el que vivía con su dueño.