El verano tiene muchos aspectos positivos: el protagonismo del sol y el calor, es un periodo del año que la gente lo asocia a las vacaciones y las playas se llenan. Aunque también tiene algunas cuestiones negativas, como por ejemplo, la aparición de mosquitos y otros insectos que, si se lo proponen, pueden hacer pasar un mal rato a más de uno en estas épocas del año. Uno de estos animales es la avispa asiática, una especie exótica invasora. Aunque, eso sí, el principal peligro es para los otros insectos del ecosistema de la ciudad, especialmente las abejas de la miel, de las que se alimenta.
Además del efecto sobre la población de insectos y sobre la actividad apícola también hay que destacar la repercusión que tiene sobre la actividad agrícola, puesto que en el momento de máxima actividad del avispero (que suele ser el mes de septiembre) las obreras no sólo se alimentan de otros insectos sino que también en los campos de frutales. En este sentido, cabe recordar que en el Parque Natural de Collserola ya se vio el efecto de esta especie en diferentes viñedos y campos de frutales durante el año 2018.
TIPOS DE NIDOS
Las avispas asiáticas hacen dos tipos de nidos: los primarios, que son más pequeños y están resguardados de la lluvia, y los secundarios, que son mucho más grandes que los primeros y generalmente se ubican en un lugar elevado, pero también se pueden encontrar a nivel de tierra.
Y, según ha informado esta semana el consorcio del parque de Collserola, en primavera, las reinas que han pasado el invierno escondidas empiezan una nueva colonia construyendo pequeños nidos, en los que la reina cría las primeras avispas obreras, que serán las que más adelante, después del verano, construirán el nido secundario o definitivo. Estos nidos se pueden encontrar en cornisas de tejados, garajes, porches o colmenares abandonados. En definitiva, el problema es que estos insectos se pueden colar en lugares habitados.
SU PRESENCIA EN COLLSEROLA
Como se ha comentado anteriormente, en la primavera del año 2018 se detectó por primera vez dentro de los límites del Parque Natural de Collserola. Desde entonces, el Consorcio del espacio lleva a cabo un seguimiento de la presencia de esta especie de manera coordinada con los organismos que lo gestionan y controlan.
Su rápida expansión y adaptación ha hecho que acabe formando parte del entorno del parque. Por este motivo, como sucede con otras especies exóticas, "erradicarla no es una opción porque actualmente no existen métodos efectivos, y no agresivos con el resto de fauna y flora, que puedan detener su dispersión", argumentan estas fuentes expertas.
Nido de avispas asiáticas en Collserola / AJ. DE BCN
El objetivo de los biólogos que estudian y protegen el ecosistema del parque es "hacer el seguimiento y controlar la población, tratando de reducirla, capturando algunos de los individuos en momentos concretos de su ciclo y retirando los nidos que se hayan podido localizar y que se considere que están en lugares especialmente delicados."
¿VECINOS EN PELIGRO?
Por lo que respecta a los seres humanos, desde el Consorcio alertan que los colectivos de población con más riesgo de ser picados por una avispa asiática son las personas alérgicas, los apicultores, las personas que trabajan haciendo tareas de jardinería, de trabajos forestales y en la agricultura y aquellos que hagan trabajos de jardinería en casa o en huertos urbanos municipales.
Si en las próximas semanas, algún ciudadano detecta un nido, lo más recomendable es avisar a los agentes rurales al correo velutinacar@gencat.cat o al teléfono 93 561 70 00. Y si los encuentra en el espacio público, debería avisar directamente a la Guardia Urbana. Hay que tener en cuenta que, si uno está ante un nido y las avispas se sienten amenazadas, le pueden atacar muchos ejemplares. Por tanto, dicen los expertos, "lo más prudente es no acercarse al nido y, sobre todo, no manipularlo."