El saqueador confeso del Palau de la Música, Fèlix Millet, ha ingresado este jueves por la tarde en la prisión de Can Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), para cumplir la condena por su papel en el desfalco de la institución musical entre 2000 y 2009, ha informado el departamento de Justícia de la Generalitat.
Millet, de 84 años, ha entrado en prisión, de forma voluntaria y en ambulancia, en el último día en que podía hacerlo para cumplir la pena de nueve años y ocho meses de prisión por cuatro delitos distintos de malversación y apropiación indebida, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Pública.
La Audiencia de Barcelona fijó este jueves 25 como límite para el ingreso en prisión también para el exnúmero 2 de Millet en la época, Jordi Montull, y para el extesorero de CDC Daniel Osàcar --el primero ingresó el lunes y el segundo la tarde de este jueves--, después de que el Tribunal Supremo (TS) confirmara la sentencia del cas Palau, que ahora es firme, y que condenó a un total de 12 personas a penas de entre ocho meses y nueve años y ocho meses de prisión.
PETICIÓN DE INDULTO
Millet y Osàcar han pedido el indulto, aunque la Audiencia de Barcelona les ha denegado suspender el ingreso en la cárcel hasta que se tramite la petición a los dos, tal como ellos reclamaban. Precisamente, la Audiencia de Barcelona emitió la desestimación de Millet el pasado 17 de junio en un auto donde los magistrados relataban que la Fiscalía, la Abogacía del Estado y el resto de acusaciones se oponían a su petición.
Consideran que las enfermedades que alega Millet y su edad "no son un impedimento para su ingreso en prisión", y la misma Sala también desestimó los recursos de súplica de Millet y de Osàcar, que pidieron suspender la entrada en prisión por motivos de salud.
Al oponerse a suspender la prisión hasta resolver el indulto, la Fiscalía Anticorrupción destacó la gravedad del caso al tratarse de un delito grave cometido de forma continuada durante diez años, por lo que considera que "supondría un absoluto desprecio a los intereses generales y al erario público" suspender la entrada en prisión.