La ONG SOS Racismo ha asegurado que las llamadas "patrullas ciudadanas", grupos de personas que se organizan al margen de la ley para combatir acciones delictivas, no son más que el producto del "racismo institucional" y del "sistema opresor contra la infancia migrante".
Esta organización identifica tres "factores estructurales" de los que nacen estos grupos organizados: la "lógica penal", en vez que de "protección", de las administraciones respecto a "los menores infractores"; "el discurso de odio mediático" de los medios de comunicación; y "la presión y persecución policial que cuestiona su simple presencia en el espacio público solo por su apariencia".
“ESCARNIO PÚBLICO COMO MÉTODO DE PROTESTA”
Con relación a los últimos episodios sucedidos en poblaciones como Premià de Mar, Mataró o Llançà, SOS Racismo señala cuatro elementos comunes. Los extranjeros diana de estas "patrullas ciudadanas" –acusados de ser delincuentes– son "jóvenes abocados a okupar una vivienda como consecuencia del sistema de desprotección y exclusión administrativa". No obstante, Sos Racismo omite cualquier mención a los problemas de convivencia surgidos en poblaciones de características muy dispares.
Estas "patrullas ciudadanas", añaden, se organizan por Whatsapp o Telegram, en ellos se infiltran personas cercanas a la extrema derecha, apuestan por el "escarnio público" como método de protesta y algunos de ellos directamente cometen acciones violentas.
El tercer elemento común es que no existe "ningún indicio", según el comunicado, para acusar a estas personas, a las cuales no se le respeta la presunción de inocencia. Finalmente, suele existir "un sentimiento generalizado de desatención policial" no atendido por las autoridades que deriva en estas actitudes.
“NO DEBERÍAN TENER CABIDA EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA Y DE DERECHO”
Así, SOS Racismo resuelve que "las patrullas de vigilancia no son nuevas, tampoco el acoso contra los grupos más vulnerabilizados, pero no deberían tener cabida en una sociedad supuestamente democrática y de derecho".
Y lamenta lo siguiente: "Cuando un acto delictivo lo comete una persona blanca, señalamos a esta persona de forma individual. Pero si el acto es perpetrado por una persona racializada, señalamos de manera indiscriminada a toda la comunidad".