Arrels Fundació, una entidad de Barcelona que atiende y orienta a las personas sin hogar que viven en las calles, contabilizó hace doce años un total de 658 personas durmiendo en la calle. Doce años más tarde, durante el último recuento, el organismo ha encontrado 1.239. La evolución representa un repunte del 80% en 12 años.

La entidad de Barcelona insiste en que el efecto sintecho no solo afecta a las personas que viven en la calle. También cuentan las personas que viven en recursos públicos o privados y en asentamientos de la ciudad. Sumando todos estos individuos, el resultado es de 4.246 personas que no cuentan con hogar en la capital catalana.

EL 75% SON INMIGRANTES

El 85% de la gente que vive en la calle son hombres, un 11% mujeres y el 4% restante se identifican con otras identidades de género. La media de edad es de 41 años y el 75% de estas personas son inmigrantes.

En cuanto a la cronificación, una de cada diez personas hace más de 10 años que vive en la calle. Según la Fundació Arrels, en los últimos años ha incrementado el número de personas muy jóvenes –de entre 16 y 25 años–, que actualmente son el 13% del total.

POR DISTRITOS

En cuanto a los distritos de la ciudad, en Ciutat Vella viven el 23% de las personas sintecho. El 20% viven en Sants-Montjuïc, mientras que en el Eixample y en Sant Martí cuentan cada uno con el 18% de las personas que viven en las calles.

ENFERMEDADES Y ADICCIONES

Desde la entidad indican que ocho de cada diez personas que viven en la calle están en situación de vulnerabilidad alta o media y que el 30% tienen alguna enfermedad crónica. El 40% han sido víctimas de agresiones físicas y verbales y tres de cada cuatro mencionan adicciones durante la encuesta realizada por la entidad.

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