La contaminación atmosférica se redujo un 50% en la ciudad de Barcelona y un 62% en Madrid durante el aislamiento total de la población durante los meses de marzo y abril, según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

TRÁFICO RODADO

El confinamiento total de la población ha permitido a los investigadores de la politécnica hacer el experimento a mayor escala de la historia en términos de la calidad del aire en las ciudades, que publica la revista Science of the Total Environment.

Así, aprovechando las condiciones extraordinarias impuestas por la pandemia, el catedrático de la UPC José María Baldasano analizó los niveles de contaminación atmosférica de Madrid y Barcelona, las dos ciudades más grandes y contaminadas de España, y el impacto que tuvo la disminución drástica del tráfico rodado, que decayó entre un 75 y un 80% en este periodo.

DATOS PREVIOS A LA PANDEMIA

La reducción del tráfico durante los primeros dos meses de confinamiento han favorecido mínimos históricos de contaminación por NO2 en la ciudad de Barcelona: los datos de marzo y abril de este año han sido, según datos de la plataforma Contaminació Barcelona, los más bajos desde que se tienen datos –19 y 27 microgramos por metro cúbico, respectivamente–.

Sin embargo, el aumento de la circulación de coches y camiones en las últimas jornadas han encaminado a la ciudad a niveles de polución similares a los que había antes del estado de alarma: "Aún estamos por debajo de los niveles que había antes del estado de alarma, pero el tráfico ya ha incrementado considerablemente desde su punto más bajo en los últimos meses", aseguró a Europa Press el coordinador de Contaminació Barcelona, Miquel Ortega.

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