Este miércoles se presentaba cómo sería la fiesta de Sant Jordi, el próximo 23 de julio, en Barcelona, y un día después ya está sobre la mesa suspenderla. "Lo tenemos que valorar", ha dicho la consellera de Salut, Alba Vergés.
En una larga rueda de prensa, Vergés ha explicado que la Generalitat tiene previsto contratar a otros 500 rastreadores que ayuden a hacer el seguimiento de los casos positivos de coronavirus y de sus contactos para reducir las posibilidades de transmisiones comunitarias.
"RÁPIDA PROGRESIÓN"
La consellera ha asegurado que preocupa la "rápida progresión" de los 29 brotes activos en Barcelona y que esto obligará a tomar medidas "seguro". Estos avances se están produciendo especialmente en zonas próximas a los barrios con más infectados de L'Hospitalet, aunque también están afectando a otros puntos de la capital catalana más alejados.
En solo 24 horas, Salut ha detectado 246 casos en la capital catalana. Los datos corresponden al día 14. La semana del 6 al 12 de julio, los positivos ya se habían triplicado en la ciudad.
"PREOCUPANTE"
El coordinador de la Unidad de seguimiento del Covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, ha asegurado que la situación en Barcelona es "preocupante". "Ha comenzado de manera rápida, en una zona de densidad de población alta y se desplaza muy deprisa", ha descrito Mendioroz los brotes de L'Hospitalet que ya han llegado a Barcelona.
De momento, los brotes no están causando una mayor presión asistencial en el sistema sanitario, pero desde la Generalitat se defiende la necesidad de "atajarlos lo antes posible" para evitar volver a la situación hospitalaria de la pasada primavera.