La estación del Nord de Barcelona es uno de los puntos neurálgicos diarios del transporte en la Ciudad Condal, a causa del gran número de personas que usan el autobús o el autocar para entrar o salir de ella. Pero, en el contexto de un verano con una crisis sanitaria de por medio y con una brutal bajada del turismo, esta localización no está pasando por su mejor momento.
En las últimas semanas empieza a haber más actividad, lo que ha hecho que las empresas de transporte de personas ya hayan recuperado la mitad de trayectos que se realizaban antes de la pandemia. Pero la estación sigue lejos del volumen de pasajeros y rutas habituales.
En este sentido, todavía hay algunos trayectos que no se hacen, ya sea porque la frontera sigue cerrada, como en el caso de Marruecos, o porque es una ruta pensada para turistas y no sale a cuenta llevarla a cabo, como el de la Roca Village.
LO SALVA EL TURISMO DE PROXIMIDAD
Según ha informado este sábado Betevé, las rutas más castigadas están siendo las internacionales. En Francia, los viajes han disminuido un 70%, en Italia un 40% y en Rumanía un 46%. La línea de París es la que más pasajeros llevó hace dos semanas (la última de la que se tienen datos). En concreto, fueron 637 personas en 80 trayectos, unos ocho viajeros de media.
En cuanto a la conexión con Madrid, los viajes se han reducido un 60%. Eso sí, esta continúa siendo la ruta más pedida. La semana del 27 de julio al 2 de agosto, un total de 3.080 viajeros se subieron en 140 buses.
La ruta que mejor está funcionando es la de la Costa Brava, a pesar de que esta línea ha visto cómo se ha reducido el 40% de sus trayectos. Pese a los problemas, continúa siendo una de las que más gente mueve. Hace dos semanas se hicieron hasta 502 expediciones, en que fueron 7.853 pasajeros.