Los 280 millones de años del monte Kushstau en los Urales rusos lo convierten en un ecosistema único en el país. Un acuerdo entre el gobierno de Putin y el gigante químico BSK Soda para extraer el gas de las piedras del interior amenaza con la destrucción de esta montaña, considerada sagrada por los habitantes de la República de Baskortostán. El pasado 15 de agosto, unas protestas contra los trabajos desencadenaron en choques violentos entre policías, ejército y activistas. Un conflicto que este lunes ha llegado  a las puertas del consulado ruso en Barcelona con una manifestación que pide la liberación de decenas de ecologistas detenidos por el Kremlin.

La barcelonesa Madina Khasanova escribe desde hace meses a gobiernos, entidades y organismos con el objetivo de denunciar al mundo la previsible destrucción de la flora y fauna de la montaña. En 2019 Bashkir Soda Company acordó con el gobierno de Rusia un contrato para explotar la sierra. Su misión es extraer las toneladas de la valiosa piedra, explotarla y usar el gas que desprende para producir bicarbonato.

"ESTÁN MATANDO EL ECOSISTEMA"

"Quiero que la gente en otros lugares de Europa sepa como están matando este ecosistema para sacar bicarbonato", cuenta Madina, instalada en Barcelona desde hace 13 años. Su sobrino, Radmir Mukhametshin (33 años), es uno de los detenidos por la policía y el ejército ruso el pasado 15 de agosto después de unas protestas que terminaron con enfrentamientos, gases lacrimógenos y disparos al suelo, según los activistas.

Madina y un grupo de personas protestan este lunes en el consulado de Rusia en Barcelona / M.A



El 9 de agosto miles de activistas, entre los que había personalidades de la cultura, participaron en una flash mob de protesta, una acción espontánea de rechazo a los trabajos de explotación que ya había empezado BSK. La respuesta de la empresa, según cuenta Madina, fue contratar a centenares de jóvenes a modo de mercenarios con la promesa de pagarles 3.000 rublos rusos (aproximadamente unos 34 euros) si echaban a los activistas, acampados en la zona desde hacía días.

PRESENCIA DEL EJÉRCITO

"Los ecologistas no han destruido nada ni han pegado a nadie", explica. El grupo de jóvenes cumplió con su trabajo, echaron a golpes a los acampados, pero la respuesta llegó a las pocas horas después con la llegada de centenares de habitantes de ciudades cercanas a la montaña que acudieron a apoyar a los ecologistas. Radmir se encontraba entre ellos y, como el resto, se vio sorprendido por fuerzas policiales y militares que arrestaron a decenas de activistas.

Radmir Mukhametshin, horas antes de su detención  / M.A



En la producción del bicarbonato se quema piedra caliza para producir dióxido de carbono (CO2). En el actual contexto de lucha contra el cambio climático los activistas denuncian la destrucción de una montaña para obtener gas, cuya emisión en la atmósfera es altamente contaminante.

PARQUE PROTEGIDO

Rusia planifica la creación de un parque protegido con las montañas Toratau y Yuraktau, cercanas a Kushtau, pero que excluye a ésta última del proyecto. En una campaña en chance.org los ecologistas cargan contra el "cinismo" y la "indiferencia" del gobierno ruso y recuerdan que la montaña está incluida en el patrimonio geológico de la Federación de Rusia. Este lunes, un grupo de barceloneses de origen ruso, la mayoría mujeres, se acercaron hasta el elegante edificio del consulado, en Pedralbes, para mostrar también su rechazo.

Policías y militares en la montaña Kushtau / M.A





 

El conflicto de Kushtau aguarda también una lucha de reafirmación de los bashkires, un pueblo con cultura y lengua propia, aunque ninguneada por Moscú. "Está mal visto hablar el idioma, es como si vinieras del tercer mundo", describe Madina, que explica que la lengua autóctona no tiene ningún valor en la administración. 

VÍNCULO CON LA TIERRA

La montaña está considerada sagrada por muchos habitantes de esta república rusa de unos 4 millones de habitantes. "Los bashkires aman la tierra, creemos que nos da energía", explica Madina. Un vídeo de las protestas muestran a un soldado disparando una pistola al suelo tratando, sin éxito, de disuadir a decenas de hombres que terminan rompiendo el alambre de espinas que los impide avanzar. "¿Por qué el Gobierno está en contra del pueblo?", se lamenta. 

Un grupo de inmigrantes rusos protestan contra la explotación de Kushtau en Arc de Triomf 



Madina denuncia que se han celebrado juicios rápidos contra los activistas sin abogados y señala la "represión" de Putin en este conflicto ecológico. La presencia de unas 10.000 personas que se sumaron a la protesta motivó que el gobernador de esta región rusa, Radiy Khavirov, ordenara el cese de los trabajos de manera provisional. La insistencia de esta mujer ha tenido su premio y Greenpace en Rusia empieza a hablar de la situación de Kushtau en las redes.

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