La Fundación de Leo Messi, con sede en Barcelona, tuvo que reformular las cuentas de los años 2013 a 2016 después de que fuese requerida a ello por la Generalitat, de quien dependen estas entidades. El 5 de marzo de 2018, la Administración envió un requerimiento a la Fundación pidiendo auditar las cuentas de los ejercicios citados y reformularlas. Los nuevos números fueron aprobados por el Patronato de la Fundación el 29 de junio de ese año.

Estos datos, con las especificaciones de los cambios introducidos en las memorias de la Fundación figuran en uno de los informes elaborados por Federico Rettori, excooperante de la entidad del astro argentino que, además, es el principal testigo de cargo con que cuenta la investigación que lleva a cabo la magistrada María Tardón, de la Audiencia Nacional.

Entre los datos aportados al sumario que se sigue en Madrid, se encuentran importantes cambios en la adjudicación de gastos de la Fundación. Entre ellos, desaparecieron de las cuentas de la entidad, 540.385 euros que supuestamente se habían dedicado a una inversión social sobre proyectos para combatir el mal de chagas en Argentina. Ese dinero, aduce el excooperante, figuraba en la memoria original de 2013 y se había enviado al país sudamericano sin ninguna justificación. En la reformulación de las cuentas, la partida simplemente desaparece.

UN PROYECTO PARA MENORES

En cambio, aparece una nueva inversión bajo el concepto de Campo de Deportes, señalando que se trata de un programa de alojamiento, manutención y escolarización de jóvenes para evitar riesgos de exclusión social, en Argentina, en colaboración con “un club local del municipio de Rosario al que [la Fundación] le da apoyo económico para que los menores puedan utilizar sus instalaciones y desarrollar sus capacidades, evitando así que éstos puedan verse afectados por las situaciones de riesgo de exclusión social que afectan a muchos menores del país y que pueden impedir su correcto crecimiento y desarrollo”.

Los documentos aportados por Rettori indican que en 2013 se invirtieron por parte de la Fundación un total de 290.867 euros en ese concepto, mientras que en 2014 la inversión bajó a 250.320 euros; en 2015 fue de 281.417 euros; en 2016 bajó de nuevo a 246.052 euros y en 2017 se destinaron a ese menester sólo 78.489 euros. En total, en el proyecto de Campo de Deportes se fundieron casi 1.150.000 euros. “Es el proyecto de mayor inversión económica de la Fundación desde su origen hasta 2017. Es muy llamativo que siendo el proyecto social más importante declarado hasta 2017 sea tan poco detallado en las memorias y nunca haya estado incluido en la web de la Fundación”, dice el excooperante.

Jorge Messi, padre del jugador argentino / EFE



A DÓNDE FUE EL DINERO

Rettori señaló a Metrópoli Abierta que ese dinero, según todos los indicios, fue enviado desde España a Argentina y, sin embargo, no figuraba en las cuentas originales. “Es muy significativo agregar como si nada una inversión social de más de un millón de euros”, añade el exempleado de la Fundación, que acompaña el informe con todas las memorias reformuladas de la fundación Leo Messi correspondientes a los citados ejercicios.

No obstante, resalta que el hecho de haber obviado el importante envío de fondos era que en realidad el dinero no servía para ayudar a los menores de edad, sino para comprar un club de fútbol, el de Los Leones de Rosario, por lo que, además, la entidad no cumplía con la función social que figura en sus escrituras. Esta hipótesis viene también avalada por la existencia de un mail de Jorge Messi, padre del jugador, fechado el 4 de enero de 2018, en el que admite haber comprado, el 6 de marzo de 2017, un “predio rural en el distrito de Alvear, cercano a nuestra Ciudad rosario, para establecer y estructurar un complejo deportivo mediante el cual luego se pueda favorecer el uso y funcionamiento a escuelas de la zona como recreación y/o actividades deportivas según necesidad”. El monto de la compra fue de 600.000 dólares.

CRÍTICAS A LA GENERALITAT

Lo extraño del caso es que la fecha de la compra no guarda relación con los movimientos dinerarios de la Fundación. “La entidad mantuvo durante todos estos años un descontrol total y las autoridades catalanas no hicieron nada para fiscalizar sus actividades -critica a este diario Federico Rettori-. El Protectorado de Fundaciones de la Generalitat no cumplió con su función de velar por el buen funcionamiento de la organización y sólo se movió tras insistentes denuncias sobre las irregularidades detectadas”. El excooperante reclama al Gobierno autonómico sobre esa circunstancia, ya que considera que “las entidades públicas deben dar explicaciones sobre su trabajo y ejercer correctamente el trabajo que tienen encomendado. Y se ha visto que, en este caso, no han fiscalizado la actividad de la Fundación Leo Messi”.

En las memorias de esos años también se incluyeron, tras la reformulación, partidas anuales de más de 73.000 euros para el alquiler de la sede de la Fundación en Rosario, lo que suponía una renta de más de 6.000 euros mensuales. Según los balances presentados tras la reclamación de la Generalitat, en 2017 la sede central de la entidad en Barcelona había enviado a Argentina 73.144,66 euros para hacer frente al alquiler, mientras que en 2016 la cantidad enviada fue de 73.177,27 euros. Ese año, las cuentas originales sólo reflejaban el alquiler que se pagaba por la sede de Barcelona (que se pagaba, paradójicamente, a una empresa mercantil propiedad del propio Leo Messi).

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