Una plataforma acusa al Zoo de matar a los animales que sobran

La plataforma ZooXXI, impulsora de la nueva ordenanza municipal aprobada hace 15 meses, ha acusado a la dirección del Zoo de Barcelona de no aprobar ninguna media para aplicarla y de ocultar información sobre las muertes de animales, por lo que ha pedido la dimisión de la cúpula directiva.

"EL EQUIPO DEBE DIMITIR"

El portavoz de la plataforma, Leonardo Anselmi, ha expresado la convicción de que el director del Zoo de Barcelona, Sito Alarcón, "no tiene voluntad para aplicar la ordenanza".

"Sea por incompetencia o por faltar a la verdad, este equipo directivo no está a la altura del reto y debe dimitir" y hay que elegir al próximo director o directora por concurso público, ha reclamado.

147 ANIMALES MUERTOS POR "CAUSAS NATURALES"

En rueda de prensa, el consultor científico de la plataforma, el veterinario David Perpiñán, ha presentado un informe donde rechaza que los 147 animales muertos en el Zoo desde la entrada en vigor de la ordenanza hayan muerto todos por "causas naturales", como afirma la dirección.

"Esto no puede ser verdad", ha sostenido el veterinario que ha aventurado que el Zoo no da las causas concretas de las muertes porque hay episodios "muy extraños, que seguro que no quieren que se sepa" y que podrían estar relacionados con la práctica del sacrificio de animales sanos, prohibida en la ordenanza.

MORTALIDAD "MASIVA"

Entre estos episodios extraños de mortalidad masiva, el veterinario ha destacado el que afectó a una veintena de aves de cuatro especies, que vivían en una misma instalación y murieron en tan sólo 48 horas y el de dos impalas, uno de tres meses y otro de cinco años de edad, que murieron el mismo día.

La directora jurídica de ZooXXI, Anna Mulà, ha explicado que denunciaran ante el Ayuntamiento de Barcelona, por vía administrativa, que se está incumpliendo la ordenanza y reclamarán que se informe de las causas de las muertes de 147 animales en su primer año de vigencia.

Cabe destacar que la máxima responsable del Zoo es Laia Bonet (PSC), que ya se ganó la antipatía de los animalistas con anterioridad.