El Ayuntamiento de Barcelona quiere acabar con la gran cantidad de residuos que año tras año se vierten al mar desde la ciudad. Un grave problema de contaminación que en 2020 no ha hecho más que crecer, a pesar de los meses de confinamiento y de una temporada de baño más corta de lo normal.
En lo que llevamos de año, las cuatro embarcaciones que limpian el litoral han recogido un total de 20 metros cúbicos de basura que flotaba en el agua. Cristales, latas, plásticos, trozos de madera o restos de aceite en un volumen similar al que retiraron del mar en todo el 2019, aunque inferior al de 2018. Además, la suciedad en la playa también ha crecido respecto al año anterior: las unidades de limpieza cuantifican en 381.640 kilos la cantidad de basura vertida en la arena entre enero y octubre, 65.000 kilos más que en todo 2019.
Así que el consistorio ha iniciado una campaña, en el marco de la Semana Europea de la Prevención de Residuos 2020, que se celebra entre el 21 y el 29 de noviembre, para concienciar a los barceloneses de este problema medioambiental. Entre las medidas del Ayuntamiento está la instalación de un centenar de placas en los imbornales, con el lema “Aquí empieza el mar. No tires nada”. Y es que el gobierno municipal quiere que los ciudadanos entiendan que la basura que vierten a las alcantarillas, pequeños plásticos, colillas de los cigarros u otros residuos, también termina en la costa.
RESIDUO CERO
Además, el Ayuntamiento quiere poner el foco igualmente en la necesidad de acercarnos más al Residuo Cero. Esto es, la no generación de más basura siguiendo la máxima de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Para hablar de ello, el jueves día 26 de noviembre, a partir de las 16:30h, hay convocada una mesa redonda virtual de debate.