Los nuevos vehículos de los Mossos d’Esquadra van a tener que pasar por el taller, después de que se haya detectado un grave problema de montaje: algunos de ellos pierden gasolina, por lo que habrá que revisarlos todos.
En una rueda de prensa, el conseller d’Interior, Miquel Sàmper, explicó este martes que su departamento ha podido comprobar el mismo fallo en la parte posterior de cuatro de los coches, que ya han sido retirados, por la peligrosidad que suponían para los agentes y el resto de ciudadanos. Ahora hace falta analizar si el resto de la flota, de la marca Seat y acondicionada en una empresa de Gironella, tiene errores similares. Son 25 vehículos repartidos por toda Cataluña, algunos de los cuales habían llegado ya a la comisaría de Ciutat Vella en Barcelona.
Con un millar de vehículos por estrenar, la idea era que 237 entrasen en circulación durante este año. Pero los problemas técnicos dificultan que así sea.