La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no deja de sorprender a propios y extraños. “Es maravilloso que hoy el Consejo de Ministros haya concedido la nacionalidad al gran artista y amigo James Rhodes. Ahora necesitamos que el PSOE entienda que todas las personas migrantes son igual de únicas e imprescindibles, sean artistas, ingenieras, cuidadoras o limpiadoras”, tuiteaba la edil barcelonesa este lunes. Las reacciones no se hicieron esperar y el Sindicato de Manteros, una de las niñas bonitas de la alcaldesa fue el primero en disparar con bala.

“Ada, no tiene nada de maravilloso otorgar la nacionalidad a dedo a vuestros amigos. Es un insulto para las 600.000 personas sin papeles en España. La meritocracia y el amiguismo no han de prevalecer por encima de cualquier ser humano”, le espetaba el sindicato amigo, iniciando la escaramuza verbal con la munícipe. Y no sólo eso: le echaba en cara su deslealtad institucional intentando culpar a los socialistas: “Además, es cínico responsabilizar al PSOE: vosotros sois el Gobierno”, le atizó el Sindicato de Manteros.

CULPAS AL PSOE

“En el mismo tuit y sin sonrojarse, pide la igualdad para todos los migrantes a la vez que felicita al consejo de ministros por haber tratado a uno de esos migrantes de manera desigual al resto para favorecer a éste en su obtención de la nacionalidad. ¡Maravilloso!”, le deslizaba el internauta Línea Maginot. Y Núria Piferrer le afeaba: “Alcaldesa, de verdad que no lo entiendo. El Gobierno lo forman PSOE + Unidas Podemos. ¡Pablo Iglesias hizo un tuit anunciándolo!”.

Otro internauta abundaba en este asunto: “Oye Ada Colau, estáis en el Gobierno, soy inmigrante. ¿Porqué echas las culpas sólo al PSOE? Aquí hubo una regularización y fue Zapatero quien la hizo. Deja tanta demagogia barata. Las cosas se hacen entre todo el Gobierno o no se hacen entre todo el Gobierno”. Luis, por su parte, se desgañitaba señalando que “a los que viven regularizados y trabajando, los expedientes se pierden entre montañas de papel y telarañas”. Señalaba en otro mensaje que “es precisamente lo contrario: no es maravilloso porque no todas las personas migrantes son igual de únicas e imprescindibles, sean artistas, ingenieras, cuidadoras o limpiadoras. ¿Cuántas nacionalidades se han concedido a estas últimas que mencionas?”.

SE ABRE LA VEDA

A partir de ahí, se abrió la veda contra la alcaldesa. “Efectivamente, es maravilloso que a un pijo ricachón le den la nacionalidad a dedazo. Eso deja claro que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Porque hasta que no llegó el amiguito rico de Iglesias nadie luchaba aquí por el maltrato infantil, ¿no es así?”, le reprochaba un internauta inmediatamente. Y Lluís Dilme añadía su lamento: “Debe ser el mismo consejo de ministros que ha decidido congelar el SMI haciendo que la precariedad de mucha población sea, en momentos de dificultades, un grave problema, mientras nuestros vecinos van ampliando la distancia. Pero claro, no mola, mola más lo del pianista”. También Moreneta dejaba caer otra crítica más acerva: “Políticas salvinistas y berlusconianas, hombre rico blanco y anglosajón goza de los privilegios de sus amigos en el poder. Nepotistas”.

POSTUREO

“¡¡Qué vergüenza, Ada Colau, qué vergüenza!! Qué dentellada tan bien dada a tu falsedad, demagogia, postureo y, sobre todo, incompetencia absoluta y cerebro aneuronal”, le contestaba un internauta independentista alineado con las tesis duras del soberanismo. Otro internauta le respondía al sindicato: “Los comunes siempre hablan como si ellos no fuesen parte del Gobierno central , excepto cuando toca sacar pecho”. En este sentido, Daniela Ortiz explicaba que “Rhodes no es una persona migrante. A quienes la clase política y el sistema de racismo institucional determina como migrantes es a las personas racializadas procedentes de una excolonia del sur global”.

Y otro internauta apostillaba que “además de que un tipo de Londres (igual que yo) no es un migrante en el sentido que todo el mundo da a la palabra migrante… es que, joder, yo quiero que un Gobierno de izquierdas se preocupe de la gente que escapa de Siria o Yemen, no de un londinense”. Antonio Flores, tiraba de ironía: “Y tanto. Yo he pasado la noche en vela por la emoción de nacionalizar a un británico que resulta ser un pianista mediocre, en el mejor de los casos. Qué gran avance para el país. Es que me emociono…”. Carlos Sánchez publicaba una foto de Rhodes tomada el pasado 3 de noviembre con una camiseta que llevaba impreso el lema Fuck Vox. “Sólo la consiguió por esto. Y si lo aplicas al resto de gente entre 5 y 8 años [que la ha solicitado] y aún no se la dieron. Eres patética”.

BAÑOS, CONTRA COLAU

Antonio Baños, exlíder de la CUP en el Parlament, fue también de los primeros en reaccionar “Cerremos los Cies. O no, pero hagámonos la foto con los famosos”. Y contestando a su tuit, otro internauta le respondía: “¿Has tenido ya la decencia y humanidad de dar el pésame como se merece a la familia del motorista fallecido al chocar contra uno de esos bloques de mierda que has puesto en Barcelona? ¿O no tienes tiempo, entre tanto Twitter, Instagram y cartitas arriba y abajo?”.

Chc920, un internauta dolido, le recriminaba: “Es una vergüenza. Mi mujer lleva desde 2017 esperando la nacionalidad española. Hemos tenido que poner una denuncia que nos costará 500 euros más costas. El trámite legal no debería durar más de un año. Y a James se la dan sin haber hecho nada”. Luego, tras varias respuestas de internautas, añadía: “No me molesta que James tenga la nacionalidad, sino las formas. Es muy injusto esperar y que la nacionalidad nunca llegue”.

UN BURGUÉS

Con siete discos a sus espaldas, James Rhodes no es, precisamente, el ejemplo de migrante desvalido. El pianista es un burgués de clase alta del Reino Unido, que estudió en la Arnold House School, un colegio privado británico en el que sufrió abusos sexuales por parte de su profesor de educación física, que murió antes de llegar a juicio. Para ser un pianista conocido, contactó con el representante del ruso Grigori Sokolov, Franco Panozzo. Le envió una botella del elitista champán Krug y fue a Italia a conocerlo, regresando con un éxito: logró que Panozzo le pusiese de tutor al profesor Edoardo Stromboli.

Su trayectoria vital se centró en la lucha contra los abusos sexuales (que él había vivido en carne propia) y curiosamente, se trasladó a vivir a España en 2017. La concesión de la nacionalidad, pues, sorprende a los que hace años que luchan por obtenerla y que tienen incluso más méritos que él, aunque tengan menos amigos.

ANNUS HORRIBILIS DE COLAU 

Quienes más se cebaron con la alcaldesa fueron los independentistas. “¡Qué puedes esperar de quien okupa un ayuntamiento gracias a los votos de Valls y Ciudadanos! A Ada Colau le importa una mierda, sólo os utilizará si puede obtener votos”, le dedicaba otro soberanista. Otro internauta era también muy cáustico: “A vosotros sólo os usa para la foto y a los guiris con calés como Rhodes para hacerle los papeles para ahorrarle cuatro céntimos de la visa post-Brexit. Un insulto a todos los inmigrantes”. Otra militante soberanista se dolía de “Ada Colau en el País de las Maravillas, Qué tía más cínica".

Marc Fornas le echaba en cara: “Mola, regalando nacionalidades a los ‘amiguitos’. Y eso, lo que piden asilo político, los que huyen de una guerra, del hambre de violaciones… si acaso, lo dejamos para más tarde, ¿verdad Ada? Primero, los artistas, futbolistas y estrellas del Rock’n Roll. Empiezas a ser no tan chupiguay”. Y Javier apostillaba: “En España, la ley no es igual para todos. Una prueba más”. En definitiva, ésta no es la mejor semana de Ada Colau, que cierra su particular annus horribilis de una manera harto controvertida.

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