El Molino, emblema del Paral·lel, está en venta
La empresa que gestiona el teatro, que está cerrado, atraviesa graves problemas económicos
22 enero, 2021 12:41Noticias relacionadas
El histórico teatro de variedades del Paral·lel barcelonés está en venta. Así lo han asegurado a Metrópoli Abierta distintas fuentes conocedoras de la operación y cercanas a la propiedad. Ésta no es la primera vez que la sala se intenta traspasar. Entre 2016 y 2017 ya estuvo en el mercado. Incluso el Ayuntamiento de Barcelona estudió su compra, aunque finalmente lo descartó. Que el edificio está en venta ha sido confirmado por fuentes del área de Cultura que encabeza Joan Subirats.
Desde hace años, la empresa OcioPuro, que gestiona El Molino, atraviesa graves dificultades económicas, que ya se iniciaron con la larga y costosa reforma del edificio, que acabó con la reapertura de la sala en 2010, y se acentuó por la la falta de espectadores y la recesión económica.
DEUDAS MILLONARIAS
Según ha podido saber este medio, El Molino ya está cerrado y sin actividad. Antes de la publicación de esta información, Metrópoli Abierta ha intentado sin éxito hablar en distintas ocasiones con la propietaria, Elvira Vázquez. Una persona cercana a ella ha comentado que no tenía nada que decir.
Cuando el teatro se puso a la venta entre 2016 y 2017, el precio se situaba entre los 15 y 20 millones de euros. Fuentes inmobiliarias han explicado la dificultad que puede entrañar la venta de El Molino por su singularidad -está protegido, lo que limita su transformación-, el precio de venta y la situación actual de crisis.
BÚSQUEDA DE UN INVERSOR PRIVADO
Según publicó Crónica Global en febrero de 2019, Ociopuro tenía una deuda con el Banco de Sabadell de 7,4 millones. El medio explicaba que el teatro iba directo a la liquidación tras no superar los números rojos. Entre los años 2016 y 2017, Ociopuro buscaba a un inversor privado que se quedara el inmueble y la empresa pudiera seguir gestionando la sala en régimen de alquiler. Sin embargo, la operación no se concretó. Previamente, en 2014, Ociopuro ya había superado un concurso de acreedores. Fuentes conocedoras de la situación aseguran que la situación de la empresa es de “asfixia”.
NEGATIVA MUNICIPAL
La operación de compra del Ayuntamiento tampoco no fructificó. En abril 2017, el teniente de alcaldía Jaume Collboni dijo en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deporte que se había descartado la compra tanto de El Molino como del Teatre Principal de La Rambla por el elevado precio de ambos. Según fuentes cercanas a la operación, el Ayuntamiento tampoco quiso asumir las elevadas deudas de la empresa. El interés del consistorio por El Molino venía de tiempos del alcalde Xavier Trias. Cuando Ada Colau llegó a la alcaldía, en junio de 2015, se comprometió a estudiar la propuesta. Ahora, las fuentes del consistorio no han concretado si están interesados.
Tanto El Molino como el Teatre Principal formaban parte de los planes municipales para revitalizar el Paral·lel y la parte baja de la Rambla desde el punto de vista cultural. Por aquel entonces, el interés del Ayuntamiento era garantizar que ambos edificios continuaran albergando usos culturales aunque no pasaran a manos públicas. Ahora, el Principal, propiedad de la cadena Balañá, está en fase de ser recuperado por parte de un grupo inversor que encabeza el empresario hotelero José Maria Trenor.
El que fuera uno de los impulsores de la plataforma Emblemàtics Barcelona, Alberto Mejías, considera que el cierre de El Molino supone una gran pérdida para Barcelona. “Junto a La Paloma forma parte de la memoria sentimental de la ciudad”. Mejías muestra su preocupación por el mal momento que atraviesan los establecimientos emblemáticos, culturales o no, y alerta de que muchos están riesgo. “Las administraciones deben ayudarlos. Es necesario preservar nuestras señas de identidad”.
DESDE 1898
La historia de El Molino se remonta a finales del siglo XIX, concretamente a 1898. Abrió como la Pajarera Catalana y en 1910 cambió el nombre a Petit Mouling Rouge. Tras la Guerra Civil, el franquismo obligó a los titulares del negocio a suprimir la palabra rojo por las connotaciones políticas. Desde entonces, a este espacio del Paral·lel se le conoce como El Molino.
La sala cerró el 14 de noviembre de 1997. La ultima vedette que actuó en el viejo teatro fue Merche Mar. Tras 13 años clausurado, El Molino reabrió el 18 de octubre de 2010 con el espectáculo Made in Paral·lel. El edificio fue totalmente reformado. Del proyecto de remodelación, que conservó las emblemáticas aspas, se encargó el despacho BOPBAA, que encabezaban los arquitectos Iñaki Baquero, Francesc Pla y Josep Bohigas.