Los disturbios de Barcelona por el ingreso en la cárcel del rapero Pablo Hasél han arrasado con muchos elementos del mobiliario urbano. Los violentos se han valido de contenedores, semáforos y señales para construir barricadas a las que prender fuego. Cualquier elemento sirve para hacer crecer las hogueras que el martes y miércoles han llenado de un denso humo negro el centro de Barcelona. Las motocicletas compartidas de empresas privadas han sido uno de esos elementos que han sufrido la ira de grupos de radicales. 

El martes, dos motos de la compañía Acciona ardían en el cemento del paseo de Gràcia. Los vehículos habían sido arrastrados hasta el centro de la calzada. El miércoles también se produjeron incendios contra vehículos de otras compañías que disponen de centenares de vehículos en la ciudad. Fuentes de la citada empresa aseguran que no les consta incidentes con su flota de motocicletas. Desde eCooltra aseguran que no han sufrido "daños substanciales". Lo mismo da a entender un portavoz de Yego, que solo informa de cuatro motos tiradas en el suelo.

MÁS DE 10 MOTOS QUEMADAS

La empresa De Amo y Guzmán, que dispone de varias grúas en Barcelona, ha recogido estos días 10 motocicletas calcinadas: ocho de particulares y dos de empresas de movilidad compartida que permiten alquilar sus motos por minutos. Se trata de servicios a requerimiento de la Guardia Urbana de Barcelona. Los responsables de esta compañía explican que, probablemente, ha habido otras motos dañadas, que han sido recogidas por sus dueños.

Las motocicletas de particulares quemadas estaban estacionadas cerca de contenedores, el objetivo principal de los radicales. En los ciclomotores de empresas privadas, sin embargo, los fuegos fueron premeditados y tenían como objetivo atacar a estas compañías de movilidad. En mayo de 2020, el Ayuntamiento repartió 7.000 licencias de motos de alquiler entre 12 empresas concediendo el mismo número a cada una de ellas. Fuentes del consistorio señalan que, próximamente, empezará el proceso municipal para añadir 3.000 licencias más.

PROTESTAS DE OCTUBRE DE 2019

El martes por la noche, cuando los disturbios empezaban a decaer, la batería de una de estos vehículos explotaba a unos metros de una barricada encendida. La última vez que el motosharing sufrió el vandalismo de grupos de manifestantes fue en octubre de 2019, durante las protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas.

Entre el día 14 y 20, centenares de radicales se enfrentaron a la policía lanzando adoquines, piedras, botellas y todo tipo de objetos. Durante esa semana, varias motocicletas fueron consumidas por el fuego. En esa ocasión, una portavoz de eCooltra quitó importancia a los actos vandálicos contra sus motocicletas, explicando que veía "normal" la quema de los vehículos de dos ruedas. En esta ocasión, la empresa niega que los fuegos hayan quemado sus motos.

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