Varapalo de la oposición al gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni por el retraso de la reforma de La Rambla. La comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad ha dado el visto bueno al proyecto ejecutivo para la remodelación por valor de 44,5 millones de euros. Sin embargo, las obras todavía tardarán en empezar. En el mejor de los casos, la transformación empezará en 2022, pero nada lo garantiza. La teniente de alcaldía Janet Sanz no ha dado ninguna fecha. Sanz y Collboni han suspendido por dos veces la presentación del proyecto a la prensa.
El Plan especial de ordenación de la Rambla fue aprobado en 2016, es decir hace cinco años. El dibujo de La Rambla, elaborado por el equipo Km 0 que dirigió la arquitecta Itziar González, hace más de dos años que está terminado. Pero el proyecto seguirá en los despachos, al menos, un año más. "El proyecto ejecutivo se tendría que haber aprobado hace mucho tiempo. Que la reforma de la Rambla no tenga todavía una partida presupuestaria es una pésima noticia", ha dicho el concejal de ERC Jordi Coronas.
SIN MANUEL VALLS EN LA COMISIÓN
Las críticas al retraso de las obras y a la falta de un calendario concreto y de presupuesto ha sido unánime menos por parte d Barcelona pel Canvi. El partido que lidera Manuel Valls no estaba presente en la comisión de Urbanismo. Para el concejal de JuntsxCat, Jordi Martí, todas las inversiones del gobierno municipal se están destinando al Eixample para hacer, por ejemplo, la superilla y la conexión del tranvía por la Diagonal, y está olvidando grandes proyectos de Ciutat Vella como La Rambla y la remodelación integral de vía Laietana, que se retrasará de nuevo.
Desde las filas de Ciutadans, Celestino Corbacho, ha reclamado que en el momento que las obras se pongan en marcha, el calendario de 7,5 años previsto se reduzca. Amics de la Rambla, una entidad que reúne a vecinos y comerciantes, ha pedido que la transformación se ejecute en solo cinco años. Y para el concejal del PP, Óscar Ramírez, el paso del proyecto ejecutivo de La Rambla por la comisión supone "un día agridulce" porque la transformación se sigue sin ejecutar y no cuenta con partida presupuestaria para este año. Ramírez no considera excesivo el presupuesto de remodelación -44,5 millones- y ha alertado del momento preocupante que atraviesa el comercio y la restauración de la zona.
TRES PLAZAS
El proyecto, en el momento que se ejecute, prevé construir tres grandes plazas a la altura del Teatre Principal, el Pla de l'Òs y el Palau Moja. Una vez terminada la reforma se cerrará el tráfico a los coches privados. Solo podrán pasar los vecinos, los vehículos de servicios, el transporte público y las bicicletas. El paseo ganará, en algunos puntos, hasta 1,5 metros de ancho. El único carril de circulación tendrá una amplitud de 3,5 metros. Las tres plazas serán de plataforma única para mejorar la conexión entre los barrios del Raval y del Gòtic.
Con el provecto ejecutivo aprobado, una de las primeras actuaciones que hará el Ayuntamiento es sacar las antiguas pajarerías de La Rambla, reconvertidas en tiendas de helados y de souvenires, algo que se espera que sea este año. El consistorio, además, invertirá la segunda mitad del año unos 150.000 años para reparar el pavimento del paseo y abrirá esta primavera una radio en la parada de una floristería cerrada.