La ejecución del desahucio por precario de una madre y una hija en situación vulnerable, que desde hace 25 años viven en un piso del barrio barcelonés de La Sagrera, ha sido suspendida tras acordarse abrir una mesa de negociación, según ha informado el Sindicato de Vivienda de Sant Andreu.
Las mismas fuentes han explicado que la comitiva judicial se ha presentado en el lugar pero que el desahucio se ha suspendido, sin fijar una nueva fecha de ejecución, pues se ha acordado abrir una mesa de negociación y que, si las dos partes no llegan a un acuerdo, intervengan las administraciones para encontrar una solución.
CASUÍSTICA
Un desahucio por precario se da cuando el propietario de un inmueble pide a una persona a la que se lo cedió gratuitamente que se lo devuelva y aquella se niega, una casuística que queda fuera de la moratoria de desahucios decretada el año pasado por la pandemia. Este es el caso de Josefa Pérez y Mireia Guerrero, una madre y una hija que viven en un piso que era propiedad de la tía de Mireia, con quien convivieron hasta que falleció hace cuatro años.
Según han explicado fuentes del sindicato, la hija de la difunta, sobrina de Josefa y prima de Mireia, como propietaria del 10% del piso -el 90% es de su padre, que vive en Málaga- les reclama que se lo devuelvan y, por el momento, rechaza alquilárselo a un precio social, como ellas ofrecen. Josefa, que tiene una discapacidad de un 66%, tiene reconocida la incapacidad laboral absoluta, una dependencia severa y sufre depresión. Cobra una pensión que no llega a los 900 euros y es el único ingreso del que disponen, por lo que los servicios sociales les han hecho informes en los que les reconocen su vulnerabilidad económica y general.
MEDIACIÓN
Mireia Guerrero ha denunciado que los servicios sociales "se lavan las manos", "no quieren" ofrecerles una pensión en el caso que se produzca el desalojo y además "les está costando activar la trabajadora familiar" para su madre. La joven ha asegurado que como no tienen alternativa habitacional con la mediación del servicio de vivienda, han intentado negociar con la propiedad para "alargar un poco más, porque con el estado de alarma su madre no puede quedarse en la calle" para así "hacer tiempo" hasta que encuentren a dónde ir. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona han explicado que los servicios de vivienda municipales han hecho el acompañamiento y mediado en el lanzamiento.