Fikri y Jasmina están acusados de un delito de revelación de secretos después de denunciar el pasado 11 de enero un episodio racista en una inmobiliaria de Pineda de Mar (Barcelona). La pareja buscaba piso y acudía a una cita al local para discutir las condiciones, pero su perfil no encajaba. ¿La razón?: "el propietario no quiere gente de África ni morenos. Me sabe mal", le soltó la empleada. Grabaron la conversación con un móvil y lo publicaron en las redes sociales, causando indignación entre muchos usuarios. Ahora, podrían enfrentarse a una pena de uno a tres años de cárcel.

"No me sorprende el rechazo por raza y nacionalidad. Me ha ocurrido muchas veces en España. Sí que me ha sorprendido que un juez haya aceptado esta denuncia contra nosotros. Lo único que hemos hecho es denunciar una realidad social", denuncia Fikri, de origen marroquí. El pasado 25 de marzo recibió una llamada de los Mossos d'Esquadra. "Nos dijeron que el 26 de abril debíamos comparecer ante el juzgado de instrucción número 3 de Arenys de Mar y, que si no íbamos, tendríamos que asumir las consecuencias. En ningún momento nos dijeron el motivo", relata.

GRABACIÓN SIN PERMISO

La pareja contactó con los abogados de SOS Racismo que localizaron el expediente y, con él, el motivo de la citación judicial. Fikri señala que en la denuncia la mujer admite los comentarios racistas, lo que les indigna aún más. La mujer de la inmobiliaria los denunció el 14 de enero, tres días después de su visita al local. Están denunciados por grabar en un ámbito privado sin permiso y publicar el contenido en las redes sociales. Tras la publicación de lo sucedido por parte de Metrópoli Abierta, varios medios se hicieron eco de la noticia. 

No es la primera vez que Fikri sufre racismo. Le ha ocurrido varias veces desde que llegó a España en 2014, también buscando casa. Antes de encontrar el piso de la Barceloneta donde se alojan actualmente, le ocurrió un episodio parecido. Cuando habló con una inmobiliaria por teléfono preguntando por un piso de Ciutat Vella, le dijeron que ya habían encontrado inquilino. Quince minutos más tarde, sin embargo, el inglés con acento holandés de Jasmina que escuchó el mismo empleado permitió, por arte de magia, que el piso estuviera disponible de nuevo.

CONTRATAQUE EN LOS TRIBUNALES

La publicación del vídeo del episodio en la inmobiliaria de Pineda provocó un pequeño alud de reseñas negativas en la compañía por la "falta de profesionalidad" y "poca calidad" del servicio. Las opiniones rebajaron la valoración de la empresa a una estrella de cinco. También hubo defensores de la empresa que acusaban a la pareja de acoso y desmentían que el negocio no alquilara a extranjeros.

Como respuesta a esta denuncia, Frik anuncia que van a denunciar a la mujer del vídeo por un delito de odio. "Vamos a contraatacar judicialmente", concluye.

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