Apenas 24 horas de que se cumpla el plazo para desahuciar el gimnasio Sant Pau, el gobierno de Ada Colau ha anunciado que ha pedido al juzgado un aplazamiento para seguir negociando con la propiedad de la finca. Lo han explicado este jueves por la mañana la teniente de alcaldía Laura Pérez y el concejal Jordi Martí, ambos de Barcelona en Comú. El Sant Pau está en la ronda de Sant Pau, en el barrio del Raval.

El Ayuntamiento asegura que ha ofrecido a la propiedad de la finca en la que se encuentra el gimnasio, que hace una importante labor social, 9,7 millones de euros. Según Martí, se trata de un precio tasado y ha subrayado que se está a punto de llegar una solución. Hasta ahora, el consistorio había ofrecido 9,5. La propiedad pide 14 millones. Ahora se han incorporado a la tasación ciertos gastos que no se habían tenido en cuenta inicialmente. Una Administración pública no puede ir más allá del precio oficialmente tasado.

IMPORTANTE LABOR SOCIAL

El Sant Pau es un centro deportivo que realiza una importante labor social en el barrio y que, durante este año de pandemia, se ha convertido en un lugar para personas vulnerables a las que se ha proporcionado ropa, comida y servicio de duchas. Hace unos días, los responsables del gimnasio anunciaron la presentación de una querella contra el consistorio por la reactivación de la licencia de obras municipal, paralizada desde 2019, para construir viviendas privadas. 

Sobre el Sant Pau planea una orden de desahucio. La próxima fecha fijada es este viernes. Con anterioridad, el desalojo se logró paralizar en un intento de la propiedad y el Ayuntamiento de alcanzar un acuerdo para que el edificio pasara a manos municipal, pero de momento no ha fructificado. El pleno del Ayuntamiento aprobó en mayo de 2018 la adquisición de la finca para hacer pisos públicos y salvar el espacio.

Los últimos días, entidades y grupos municipales han redoblado la presión contra el Ejecutivo de Colau para que intente paralizar el lanzamiento. El líder de ERC, Ernest Maragall, ha pedido al Ayuntamiento que expropie la finca

APOYO DE LA SÍNDICA

La delicada situación del Sant Pau se arrastra desde hace unos seis años, sin que hasta el momento el gobierno de Colau haya sido incapaz de encontrar una solución. El gimnasio cuenta con el apoyo de la síndica de greuges de BarcelonaMaria Assumpció Vilà, y de partidos como ERC , JuntsxCat Ciutadans, entre otros. Vilà, que hace años que defiende la labor del centro, afirma que su trabajo no se puede perder.

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