Erika Lust ha descubierto cómo hacer para que sus empleados se relajen durante una jornada laboral de máximo estrés: practicando el onanismo. Como lo leen. La impulsora por excelencia del porno feminista ha instaurado una norma en su productora de cine para adultos en Barcelona, que es un permiso de 30 minutos diarios para masturbarse.
En una entrevista en Dazed, la empresaria explica que con la pandemia y el confinamiento empezó a darse cuenta de que sus empleados "están alterados y trabajaban con menos energía que antes". Así que instaló una cabina del placer para todos ellos. "Puse en marcha una pequeña estación de masturbación privada para que la disfruten. Valoro a mis trabajadores y sé que cuando están bien, trabajan bien".
De hecho, la revista Time Out ha hecho una encuesta recientemente en la que cuatro de cada 10 trabajadores aseguraron masturbarse a escondidas durante las horas de trabajo. Lo único que ha hecho Erika Lust es regularizarlo. "Una pausa de masturbación puede hacer que los trabajadores se enfoquen más, estén menos agresivos, más productivos y mejore el trabajo en equipo", relata la jefa de contenidos de la compañía.
Durante todo el mes de mayo, los trabajadores que han usado la cabina han contado su experiencia. Pero eso no es lo único que han compartido: dentro del recinto masturbatorio hay una grabadora que registra todos los sonidos que emiten. Con las grabaciones se elaborará un ASMR erótico.
Nunca ir al trabajo fue tan placentero...