El Ayuntamiento de Barcelona tenía que aprobar el próximo miércoles, día 23 de junio, la posibilidad de que el comercio abra todos los días de la semana, de lunes a domingo, incluyendo festivos, entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre a partir de 2022. Pero finalmente el consistorio ha votado posponer la medida.
Este miércoles, 16 de junio, la Comissió d'Economia tenía que aprobar la medida en primer término –y el pleno del 23 de junio iba a hacerlo en segundo término–. En lugar de esto, el Ayuntamiento propone plantear a la Generalitat que se prorroguen los horarios establecidos hasta el 31 de diciembre, puesto que el 4 de agosto finaliza la normativa vigente. Sin la prórroga, las tiendas podrían abrir todos los días con la ley estatal.
Una propuesta que el gobierno municipal defiende porque considera "no deseable" la liberalización horaria, que permitiría a los comercios abrir cualquier día a cualquier hora, ha explicado Montserrat Ballarín, concejal de Comerç i Mercats. Con el retraso en la aprobación de la medida, la alcaldía pretende ganar tiempo también para consensuarla con los sindicatos.
La proposición para posponer la apertura generalizada ha sido aprobada con los votos a favor del BComú, PSC y ERC; la abstención de PP, BCNxCanvi y la concejal no adscrita, Marilén Barceló, y el voto en contra de JxCat y Ciutadans.