Como cada vez desde el 3 de octubre de 2017, cuando Felipe VI pronunció su discurso televisado posterior a las cargas policiales del 1-O, el monarca visita Cataluña entre manifestaciones de rechazo. Protestas que se han repetido este miércoles, coincidiendo con la asistencia del monarca a un acto organizado por el Cercle d'Economia.

En la plaza del Mar de La Barceloneta, a unos 500 metros del Hotel W, donde el rey acudirá esta noche a la cena de gala que ha organizado el Cercle d'Economia, alrededor de 150 personas convocadas por la ANC se han concentrado a las 19:00h para protestar por la visita real. Los manifestantes han instalado una gran foto de Felipe VI, de tres metros de altura y que estaba boca abajo, para acabar prendiéndole fuego. "Ni rey ni corona", se podía leer antes de que la imagen fuese consumida por las llamas.

A la cena de esta noche no acudirá el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que sí ha visto al monarca en un encuentro previo con empresarios surcoreanos. Tampoco acudirá el vicepresident, Jordi Puigneró. En representación del Govern estará Laura Vilagrà, consellera de Presidència, que ha defendido que el ejecutivo catalán "siempre asiste a eventos donde se tratan temas importantes para la economía catalana".

GRAN DISPOSITIVO DE SEGURIDAD

Durante la tarde, los Mossos d'Esquadra, en una operación coordinada con Casa Real y la Delegación del Gobierno, han desalojado parte de la playa de Sant Sebastià. Además, bares y restaurantes de la zona permanecerán clausurados para el público general y solo podrán servir cenas a las personas que tengan una reserva previa.

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