Queja oficial del embajador armenio en España, Vladimir Karmirshalyan, al director del Metro de Barcelona, Ramon Bacardí, por unos carteles publicitarios sobre Azerbaiyán en el subterráneo de la ciudad.
Y es que en dichos anuncios aparecen imágenes de la ciudad de Shushi, invadida por el ejército azerí durante el conflicto de 2020 en la región del Nagorno Karabaj. "Para su conocimiento, esta ciudad no pertenece a Azerbaiyán, sino que cayó bajo su control como resultado de una agresión militar a gran escala con la participación directa de terroristas y yihadistas", afirma el diplomático en su misiva a Bacardí.
El embajador armenio denuncia también que en la guerra del pasado otoño se cometieron crímenes de guerra contra su pueblo, "incluidas las limpiezas étnicas, el uso de armas letales prohibidas y las decapitaciones". Recuerda igualmente que Azerbaiyán se niega a liberar a los prisioneros de guerra armenios.
Por todo esto, Karmirshalyan considera "ofensiva" la publicidad azerí en el Metro de Barcelona, afirma que promueve "una ideología totalmente opuesta a los valores que los catalanes siempre han defendido" y pide que los carteles sean retirados.
MÁS REACCIONES: LA COMUNIDAD ARMENIA, ERC Y UN CHANGE.ORG
Esta carta del embajador es la última reacción de la comunidad armenia, que hace días que ha expresado su malestar en las redes sociales. De hecho este lunes la asociación armenia en Cataluña Ararat emitió un comunicado en el que tildaba los carteles de "publicidad provocativa y engañosa" y denunciaba también que su país vecino "desprecia los derechos humanos" con presos retenidos ilegalmente, torturas y vejaciones.
Desde el Ayuntamiento, el grupo municipal de ERC ha avanzado que exigirá explicaciones a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). El regidor Max Zañartu ha considerado que se trata de un "lamentable panfleto" de "propaganda bélica de regímenes autocráticos".
Además, ya se ha iniciado una campaña en Change.org para que se retire el cartel. De momento ya han firmado un millar personas. La inciativa recuerda que los mismos carteles aparecieron recientemente en el Metro de Londres, y que fueron retirados inmediatamente.