Marta Reina es la primera mujer transexual en formar parte del cuerpo de los Mossos d'Esquadra / MARTA REINA

Marta Reina es la primera mujer transexual en formar parte del cuerpo de los Mossos d'Esquadra / MARTA REINA

El pulso de la ciudad

Marta, la primera mosso transexual: "La violencia de las calles también está en la policía"

La badalonesa planea abandonar el cuerpo policial cuanto antes e irse a Asia "para empezar una nueva vida"

23 julio, 2021 00:00

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Barcelona está en el punto de mira por el incremento de casos de violencia en sus calles. Concretamente, en los últimos días, las alarmas se han disparado por los numerosos ataques que se han registrado en la capital catalana contra el colectivo LGTBI. Este aumento de odio en la ciudad hace que, quiénes están al mando de la lucha contra la homofobia y la transfobia, se pregunten "dónde quedan las leyes y la actuación administrativa".

Marta Reina fue la primera mujer transexual en entrar al cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Ella ha peleado toda la vida por sus propios derechos y está dispuesta a llegar donde sea por los de todo el colectivo. La agente, que reside en Badalona, ha querido compartir con Metrópoli su trayectoria –que no ha sido nada fácil– y sus expectativas ante "la grave situación actual" que atraviesa el colectivo LGTBI.

Antes de adentrarse en su relato, Reina destaca que "jamás había visto tanta violencia en Barcelona". Especifica que "la policía es el reflejo de la sociedad" y que "la violencia e inseguridad que hay fuera también está dentro del cuerpo". 

Marta Reina, la primera mosso transexual / MARTA REINA

Marta Reina, la primera mosso transexual / MARTA REINA



OBSTÁCULOS 

Marta no ha tenido una vida sencilla. Para empezar, no nació Marta, sino Santiago, y desde pequeña supo perfectamente quién era. La vida nunca se lo ha puesto fácil, pero ella siempre ha sido una "guerrera" ante los numerosos obstáculos con los que se ha cruzado. 

Reina se define, con orgullo, como una mujer "ambiciosa". A lo largo de su carrera profesional siempre tuvo claro que "lucharía por dar lo mejor de sí", costase lo que costase. Después de estar trabajando en la Unidad de Emergencias Sanitarias de Bellvitge durante años en unas condiciones "muy precarias", decidió presentarse a las oposiciones para el cuerpo de los Mossos d'Esquadra y entró –a la primera– al cuerpo en el año 2002.

TRANSICIÓN

Marta empezó como Santiago en la policía catalana, pero después de 14 años se lanzó a presentar su verdadera identidad públicamente. Una liberación que, "por desgracia", no le permitió salir ilesa de la jaula en la que llevaba años atrapada. Concretamente, fue en el año 2016 cuando los compañeros de Marta se enteraron de que había completado su transición –el nombre que adopta el proceso–. 

"Desde el principio fue muy complicado", asegura la mosso. "Empecé la operación de reasignación por mi cuenta en 2014, y no fue hasta el 2016 –cuando le aceptaron el cambio de género en el DNI– que me permitieron actuar como una mujer más en el equipo", cuenta. 

"PERSONAS CON NOMBRE Y APELLIDOS"

En esos momentos, se encontraba en una la Unidad de Tráfico de Vic. Tras revelar su identidad, tuvo que abandonar su puesto para trasladarse al Aeropuerto de Barcelona. "Hay personas que no están preparadas para aceptar estos cambios y allí no me aceptaron", asegura.

Concretamente, Marta sufrió un hostigamiento sistemático por parte de algunos compañeros, aunque asegura que el acoso era similar con otras compañeras transexuales. "Fui la primera, pero no soy la única, y es algo generalizado entre nosotras", remarca. 

No obstante, Reina insiste en no culpabilizar al cuerpo. "No es culpa de los Mossos, es culpa de personas con nombre y apellidos", aclara. Además, denuncia que en la policía no haya nadie que sancione determinadas "actitudes inaceptables" de algunos miembros del equipo.

Marta Reina trabajando en la publicación de su propio libro / MARTA REINA 

Marta Reina trabajando en la publicación de su propio libro / MARTA REINA 



SITUACIONES "INAGUANTABLES E INADMISIBLES"

Tras el traslado, la mosso aguantó cinco años más en el cuerpo. La situación, durante todo ese tiempo, siguió siendo complicada. El pasado mes de junio, Marta "explotó" y decidió coger la baja ante la imposibilidad de "arrastrar" todos los comentarios y las situaciones incómodas a las que se había enfrentado. 

El acoso que sufrió Reina no solo era por parte de algunos de sus compañeros. "Hay ciudadanos, sobre todo extranjeros con una cultura todavía menos permisiva, que me miraban como si quisieran matarme", explica. "Si no hubiese llevado el uniforme, probablemente no estaría hoy aquí", añade. Es por todo ello que a Marta no le "sorprenden" los ataques homófobos y transfóbicos que están ocurriendo en la ciudad. "Si son capaces de intimidar a una policía, ¿cómo no lo van a hacer con dos chicos que caminan de la mano?", se pregunta con preocupación.

COLECTIVO VULNERABLE

Reina sostiene que el colectivo LGTBI es un grupo que "molesta" a la gente "violenta". Según ella, hay un incremento de inseguridad en todos los aspectos, pero asegura que "la gente que está cargada de odio" ve a las personas homosexuales o transexuales como una "presa fácil para desatar su agresividad".

Ante esta "preocupante situación", Marta lamenta que, pese a la existencia de leyes en su defensa, no haya más "mano dura" para que se cumplan en todos los ámbitos. Por el momento, centrándose en su propio caso, tiene claro que "en Badalona no está su lugar" y quiere marcharse a vivir y a trabajar a Asia. Ahí se alejará por completo de su experiencia en la policía para centrarse en la sanidad, ámbito para el que se está formando en la actualidad.

Marta Reina después de someterse a una vaginoplastia en el hospital de Bellvitge / MARTA REINA

Marta Reina después de someterse a una vaginoplastia en el hospital de Bellvitge / MARTA REINA



MUDARSE A ASIA

"Estuve a punto de someterme a la vaginoplastia en Bangkok, allí iban mucho más avanzados que nosotros en ese momento" explica. No obstante, en el Hospital de Bellvitge la "convencieron" para operarse con ellos y está más que "agradecida" de haberse sometido al cambio de sexo allí. Ahora, dos años después de su operación, vuelve a recurrir al continente asiático para comenzar "una nueva vida" después de tantos episodios oscuros.

"Mientras no me aparezca una oportunidad maravillosa en el ámbito sanitario de Barcelona, tengo claro que mi lugar y mi futuro están en otro continente", afirma. Para dejar atrás su ciudad natal, lleva meses trabajando en un libro donde relata su "lucha constante" y que estará disponible este año: Viviendo sin ti.