Hasta 50 taxis de Barcelona estarán equipados con desfibriladores, gracias a una prueba piloto, para casos de emergencia, que empezará en otoño. Así lo asegura La Vanguardia, después de hablar con el presidente de la asociación solidaria SOS Taxi e impulsor de su instalación en los vehículos, el taxista Jordi Martín.
Tras ver como un turista fallecía de un infarto en la T2 del Aeropuerto y sufrir él mismo uno hace pocos meses, Martín planteó la necesidad de instalar desfibriladores en los taxis. De hecho, él lleva uno, que de momento no ha tenido que usar. Un proyecto que tenía que tenía que materializarse en 2020 pero que tuvo que posponerse por la pandemia.
De este modo, entre los meses de octubre y noviembre una cincuentena de vehículos tienen previso instalar desfibriladores. Además, los taxitas ya se han formado en técnicas de soporte vital básico y de reanimación cardiopulmonar, y han aprendido también a usar los desfibriladores.
EL AMB SE NEGÓ EN 2020
En febrero del 2020, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) rechazó la incorporación de una partida de 65.000 euros para proporcionar, ya entonces, desfibriladores externos automáticos en algunos taxis. La implementación se habría hecho en 25 coches, en una fase inicial, hasta alcanzar los 100 taxis (con un coste aproximado de 260.000 euros) en los meses posteriores.
El AMB rechazó la propuesta alegando que "la decisión sobre la necesidad, viabilidad y análisis coste-oportunidad no corresponde" a la institución por la "responsabilidad y falta de conocimientos sobre estos temas", así como por la "implicación de departamentos de la Generalitat en la gestión del proyecto".