CSIF, el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana, ha condenado las agresiones que están sufriendo los agentes del cuerpo policial barcelonés durante los disturbios de las últimas noches en la capital catalana.

Desde el sindicato han apuntado contra "esta agresividad hacia la policía", pero también han señalado "al gobierno municipal por su silencio", que les hace "cómplices de lo que está sucediendo".

En este sentido, lamentan que el ejecutivo municipal "no esté al lado de su policía" y sí lo esté junto a quienes "originan los destrozos y perturban el descanso y la convivencia entre los ciudadanos".

NECESIDAD DE INTERVENIR

Ante esta situación, CSIF ha exigido "contundencia", y ha defendido la necesidad de "intervenir" cuando se produzcan situaciones como las vividas en Sants. En esta línea, el sindicato ha denunciado que "se dan indicaciones de no actuar", lo que demuestra que el jefe del cuerpo, Pedro Velázquez, está "supeditado a criterios políticos y no profesionales".

Además, el colectivo ha advertido del peligro que supone "normalizar socialmente los botellones" debido a que esta postura puede conllevar problemas de seguridad como "tráfico de drogas, violaciones, peleas y robos", entre otros.

El sindicato ha recordado que "desde enero de 2016 hasta mayo de 2021" la Guardia Urbana ha sufrido "2.240 accidentes de trabajo con baja laboral", sobre los cuales "406 son por agresiones sufridas" durante el ejercicio de sus funciones.

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