Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguretat, ha lamentado este lunes la "explosión de incivismo" del fin de semana en las fiestas de Sants y ha pedido replantear el ocio nocturno para evitar que se repita esta situación.
En declaraciones a la prensa ha asegurado que ha sido "un fin de semana complicado", aunque ha defendido que las imágenes del vandalismo salvaje de los últimos días no solo se producen en Barcelona, sino también en otras ciudades del área metropolitana y del resto de Cataluña y de España.
El responsable municipal ha sostenido que los únicos responsables son "los que provocan los altercados", por lo que ha hecho un llamamiento al civismo. También ha expresado su preocupación por las aglomeraciones y altercados que se produjeron en el parque de la Espanya Industrial las noches del jueves, viernes y sábado.
Un mosso d'esquadra durante los altercados en el parque de la Espanya Industrial / EUROPA PRESS
A pesar de esto, Batlle ha echado balones fuera afirmando que no ha ocurrido "nada especialmente grave", que el dispositivo de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra estaba correctamente dimensionado –en sus palabras– y que se impusieron cerca de 1.000 sanciones.
REPLANTEAR EL OCIO NOCTURNO
Para acabar con las imágenes de botellones y violencia del fin de semana, Batlle ha pedido reflexionar sobre el "tipo de actividad nocturna" de la ciudad y ha reivindicado un ajuste en los dispositivos de todo tipo, no solo el policial.
En este sentido, ha apostado por ampliar los horarios del ocio nocturno y del Metro para "buscar espacios de descompresión", unas determinaciones que ha dicho que se deben tomar en los próximos días en el marco de la reunión del Procicat.
TRAS LOS BOTELLONES DE GRÀCIA Y SANTS, LA MERCÈ
De cara a las fiestas de la Mercè, que se celebra el 24 de septiembre, ha dicho que se programarán actividades con aforos limitados e inscripciones previas para descomprimir los espacios, y que ya se ha reunido con el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, para considerar si se debe hacer un ajuste en los dispositivos planificados tras los botellones y todo lo ocurrido durante las fiestas de Gràcia y Sants este agosto.