Todavía hay monumentos que se resienten tras el azote de la pandemia en Barcelona. La Sagrada Família ha experimentado un declive apoteósico de turistas en el último año y medio. La basílica, que solía ser uno de los monumentos de referencia en Europa, luce solitaria cubierta por un aura de abandono.
Los turistas llegan a cuentagotas a Barcelona y, los pocos que no son de borrachera, acuden al templo barcelonés para disfrutar del Modernismo de Antoni Gaudí. El panorama es decadente. Las inmediaciones del Templo Expiatorio están más vacías que nunca y las caras de sorpresa de los visitantes son invisibles por culpa de las mascarillas que esconden sus expresiones.
INTERIOR VACÍO
Tal y como se puede ver en la fotogalería realizada por Metrópoli, el panorama es muy distinto al que está acostumbrada Barcelona. Lejos han quedado las calles colindantes a rebosar de extranjeros, los guías turísticos con paraguas alzado seguidos de grupos de turistas asiáticos, los vendedores ambulantes y las 'paraditas' de souvenirs. La Sagrada Família está desangelada.
El interior de la obra maestra de Gaudí tampoco ofrece una imagen optimista. Los vitrales dejan pasar la luz que ilumina pasillos vacíos y la magnitud del espacio hace todavía más evidente la falta de visitantes. Los afortunados que se pueden costear las entradas disfrutan de esta soledad. Se hacen fotos sin preocuparse por las aglomeraciones o el tiempo en el que tarda la cámara en capturar la imagen y saborean la tranquilidad de pasear por uno de los edificios más emblemáticos del mundo sin presión.
FOTOGALERÍA: ASÍ ES LA SAGRADA FAMILIA PANDÉMICA
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Una fachada repleta de detalles
<p>Una de las fachadas de la Sagrada Família hecha bajo la supervisión de Gaudí, repleta de detalles / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Colores a través de la luz
<p>Un joven camina por la Sala Parés de la Sagrada Família, que cuenta con vitrales de colores a través de los que se filtra la luz del sol / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Modernismo catalán
<p>Ábside de la basílica de la Sagrada Família decorado con ornamentos del Modernismo catalán de Antoni Gaudí / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Magia lumínica
<p>Luz mágica que entra en uno de los pasillos de la Sagrada Família a través de los vitrales / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Escasez turística
<p>Uno de los pocos turistas que ocupa el tramo de la calle Marina en el que se encuentra la Sagrada Família admira la fachada del monumento / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Escasez de visitas en uno de los pasillos de la Sagrada Família a causa de la pandemia del covid-19 / PABLO MIRANZO - MA
<p>Escasez de visitas en uno de los pasillos de la Sagrada Família a causa de la pandemia del covid-19 / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Poca afluencia
<p>Mínima afluencia de visitantes en una de las entradas de la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Luces y sombras
<p>Fachada de la Sagrada Família con luces, sombras y pocos turistas / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Triste panorama
<p>Una turista espera delante de una de las fachadas vacías por la escasez de turistas de la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>
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El reflejo del covid-19
<p>Dos turistas con mascarilla se reflejan en uno de los expositores de las maquetas de la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Mascarillas para todos
<p>Una niña pequeña con mascarillas espera a sus padres en la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Dos generaciones en pandemia
<p>Una abuela y su nieta conversan a través de sus mascarillas a la espera de entrar en la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Pena por la pandemia
<p>Escultura de una de las fachadas de la Sagrada Família, con semblante apenado por motivos parecidos a los de la pandemia / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Turismo familiar
<p>Una madre y sus hijos esperan a entrar en la Sagrada Família para hacer turismo durante la pandemia / PABLO MIRANZO - MA</p>
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Postureo pandémico
<p>Un turista fotografía a su pareja en tiempos de pandemia en la Sagrada Família / PABLO MIRANZO - MA</p>