La montaña de Collserola podría acoger dos grandes molinos de viento de 120 metros de altura y palas de 170 metros. Es la intención de la asociación Viure de l'Aire que quiere colocar estos elementos en el interior del parc de Collserola. Antes, sin embargo, deberá superar muchos obstáculos, por ejemplo, la modificación de la normativa que prohíbe la presencia de molinos en espacios protegidos.

Pep Puig, uno de los promotores del proyecto, ha explicado este domingo en los micrófonos de Catalunya Ràdio el proyecto y ha expresado que confía en que la Generalitat escuche las recomendaciones de Europa.

COLLSEROLA, EL MEJOR ENCLAVE

Los promotores descartaron otros puntos de Barcelona como Montjuïc, el espigón del Fòrum o el Parc del Guinardó por falta de viento y porque se encontraban muy cerca de viviendas o interferían las rutas aéreas. Los molinos se ubicarían cerca del cementerio y en la sierra de Farré, costarían más de 12 millones de euros –que se pagarían con aportaciones ciudadanas– y abastecerían unas 8.000 casas

La directora general de energía, Assumpta Farran, ha abierto la puerta al proyecto. "Aquí debemos hacer generación, también debemos poner renovables, y en grandes cantidades porque necesitamos mucha. Ya veremos como compensamos el territorio con lo que no quepa y se tenga que hacer fuera de la ciudad".

"QUEREMOS CAMBIAR EL 'SKYLINE' DE BARCELONA"

La entidad promotora asegura que el impacto visual servirá para concienciar a la sociedad de la importancia de la energía sostenible para luchar contra el calentamiento global. "Nuestra idea es cambiar el skyline de Barcelona. Consideramos positivo que la gente vea una turbina eólica y sepa que la energía que consume viene de ese molino de viento", ha explicado.

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