Los partidarios de la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat consideran que la mejor opción para ejecutar el proyecto pasaría por una configuración "racional" que permita que las dos pistas operen de forma independiente. Es la principal conclusión de una mesa redonda organizada este viernes por el Col·legi d'Economistes de Catalunya y en la que han participado el economista Xavier Vives, el ingeniero aeronáutico Joan Rojas y el biológo Josep Lascuraín.

Vives ha explicado que la infraestructura tiene dos grandes cuellos de botella: la absorción de pasajeros en las terminales y la capacidad operativa de las pistas de vuelo "debido a la configuración para evitar impactos acústicos", algo que ha definido como ineficiente y que limita las posibilidades de tráfico. Para el economista solo hay dos opciones que tienen "sentido económico", que son cambiar la operativa a pistas independientes o la ampliación de hacia La Ricarda o El Remolar, que afectaría a espacios naturales.

La ampliación del aeropuerto, sin embargo, está paralizada después de que el Ayuntamiento y la Generalitat rechazaran el proyecto por las consecuencias que tendrían sobre el ecosistema.

INSONORIZACIÓN DE VIVIENDAS

En todo caso, ha asegurado que si se apuesta por una nueva configuración de pistas "será necesario compensar a los vecinos e insonorizar viviendas". Vives ha destacado que Barcelona es uno de los aeropuertos más silenciosos de Europa y que la población afectada es "muy pequeña" comparada con cualquier otro aeropuerto de grandes dimensiones.

Rojas se ha mostrado de acuerdo con esta afirmación y ha señalado que según un estudio propio, el ruido del Aeropuerto de Barcelona afecta a poca población en comparación con otras grandes infraestructuras europeas. Las operaciones independientes afectarían a vecinos de Gavà, Viladecans y Castelldefels, pero que el número total se mantendría muy por debajo de aeropuertos como el de Ámsterdam o Londres-Heathrow.

ALARGAMIENTO DE 350 METROS

"Es la opción más óptima, la que tiene sentido", ha afirmado, y ha apuntado que en caso de querer ampliar la pista mar, quizás se podría alargar en 350 metros y no en 500 metros para afectar menos a las zonas colindantes.

Lascuraín ha explicado que una nueva ampliación requiere la creación "de nuevas métricas, no solo de ampliación de la Red Natura 2000". Ha asegurado que solo el 29% del espacio Natura 2000 de alrededor del aeropuerto son zonas húmedas y que "sin ampliar un solo centímetro de superficie se podría triplicar el hábitat disponible". "La superficie de espacio de Natura 2000 no tiene sentido, tenemos que hablar de calidad del agua y de sistemas de gestión", ha asegurado. Ha reclamado un nueva sistema de gestión de las zonas húmedas basado en evidencias y solucionar los problemas de gobernanza existentes.

 

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