George Orwell renace en Barcelona. Concretamente, en el paseo de Gràcia. La arteria de referencia de la capital catalana es una auténtica ratonera, porque muy poca gente sabe que está vigilada por nada menos que 17 cámaras de alta resolución que captan todo lo que pasa en la calle. Es el Gran Hermano cuyas imágenes pueden visionarse en un videowall (vídeomuro) de una central de datos desde el que cada día se controlan más rincones de la ciudad. La privacidad es ya cosa del pasado. Ahora todo queda registrado en la capital catalana.
La justificación para mantener el detallado control de una de las vías que más tráfico humano tiene es que “se quiere potenciar la seguridad en la vía pública utilizando cámaras de vigilancia”. El ayuntamiento se escuda en que participa en el proyecto europeo Secur Cities para justificar el progresivo control del espacio en el centro de la ciudad. En concreto, el proyecto Secur Cities prevé el control exhaustivo del paseo de Gràcia por medio de un circuito cerrado de televisión.
LA VIGILANCIA VINO PARA QUEDARSE
Secur Cities se ideó tras los atentados del 17 de agosto de 2017 y comenzó a aplicarse en el 2019, con una duración prevista de 3 años. Por tanto, debería finalizar en el año 2022. Pero eso no va a ser así. Es más: el Ayuntamiento ya ha encargado a la empresa Elecnor Seguridad la instalación de las 17 cámaras de videovigilancia inteligente del Paseo por 57.996 euros. El espionaje del espacio público ha venido para quedarse.
En un principio, el proyecto europeo Secur Cities serviría para dar respuesta a las necesidades de mejora de la prevención de atentados o de incidentes con múltiples víctimas y se dirigía a proteger lugares emblemáticos. Su principal destino era la vigilancia de la avenida Reina Maria Cristina, que era el escenario de diversos acontecimientos con gran afluencia de personas. Pero luego el se implementaron otros lugares emblemáticos y se escogió el paseo de Gràcia como objetivo prioritario.
CONTENTAR A LOS COMERCIANTES
Además, el proyecto permitía modernizar el sistema de videovigilancia y pasar del sistema analógico a uno digital, que se implantaría a través de 24 cámaras repartidas por toda Barcelona. La realidad desbordó las previsiones: sólo en el paseo de Gràcia hay ya 17 cámaras capaces de realizar lecturas automáticas de matrículas y de detectar automáticamente anomalías y riesgos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que las cámaras pueden realizar seguimientos de personas, objetos (como maletas) y controlar afluencias y entradas y salidas de establecimientos.
Pero, además del proyecto europeo, el consistorio aprovecha para calmar los ánimos de los comerciantes del centro de la ciudad, cuyas ácidas críticas se han disparado debido a varios episodios de inseguridad en esta zona, ocurridos durante los últimos meses. “Este proyecto se enmarca dentro del interés, por parte del Ayuntamiento, de una mejora continua de la seguridad pública, en el caso que nos ocupa, también para dar cumplimiento a un acuerdo en temas de seguridad que el Ayuntamiento tiene con la Asociación de Comerciantes del paseo de Gràcia para la mejora de la seguridad en el entorno”. Es, lo que se llama, matar dos pájaros de un tiro.
CÓMO ‘ACTÚAN’ LAS CÁMARAS
Las cámaras de control de la arteria barcelonesa serán de alta definición, con una resolución Ultra HD 4K, de 8 megapíxels. Para su funcionamiento necesitan sólo una iluminación mínima de 0,03 lux, disponen de detección de movimiento, incorporan un sensor giroscópico integrado y están preparadas para detectar a las personas, estableciendo su género, edad, tipo de ropa, color de la vestimenta, sombreros, gafas, mochilas y bolsas. También puede detectar “la zona de la cara”, las matrículas de los automóviles y los detalles de coches, motos, bicicletas y el color de los vehículos. A diferencia de los programas instalados por la Policía Autonómica, las cámaras no disponen de software de reconocimiento facial, al menos todavía.
Estos prodigios de la técnica dispondrán también de un programa que cuenta personas, que identifica colas de gente, que realiza un mapa del calor basado en el motor de inteligencia artificial, que detecta la aparición y desaparición de objetos, que dispone de la posibilidad de detección de audio y que puede clasificar sonidos, distinguiendo gritos, explosiones, disparos o rotura de cristales. La Barcelona que nos espera será toda una maravilla de smart city de un futuro de cómic.
144 TB DE ALMACENAJE DE IMÁGENES
Junto con las cámaras, el consistorio barcelonés se ha hecho con un servidor para la ampliación de la capacidad del sistema de grabación de imágenes de circuito cerrado de televisión instalado en la sala conjunta de mando. Este sistema de grabación y almacenamiento está ubicado en un único servidor físico. El sistema tendrá “soluciones de vídeo análisis casi en tiempo real y capacidad de búsquedas forenses, registrando las imágenes con toda la definición de vídeo posible”.
La memoria RAM del servidor ha de ser de un mínimo de 16 gigas instalados, mientras que los discos de almacenaje deben de tener un mínimo de 144 TB, lo que da una idea de la cantidad de imágenes que puede almacenar. El sistema operativo que utilizará es el Windows Server 2019 Essentials. George Orwell acertó de lleno en sus proyecciones de futuro.